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El ataque ocurrió la madrugada del 27 de octubre de 2023, cuando la víctima, tras salir de una discoteca en el centro de Curicó, solicitó un servicio de transporte informal.
La mujer habría abordado el vehículo en la intersección de las calles Yungay y Carmen, y durante el trayecto, el conductor, de 24 años, la sometió a agresiones sexuales sin su consentimiento, utilizando la fuerza para cometer el delito.
La denuncia fue respaldada por la fotografía que la víctima tomó del vehículo antes de subir, una medida de precaución que acostumbraba a tomar al utilizar servicios de transporte.
La Fiscalía, tras recibir la denuncia, inició una investigación que permitió formalizar al acusado y llevarlo a juicio, donde finalmente se dictó sentencia por el delito de violación bucal.
"El acusado operaba un servicio de transporte informal similar a Uber y, aprovechando la incapacidad de la víctima para defenderse, utilizó la fuerza para cometer el delito", explicó la fiscal Tatiana Díaz Coloma.
Durante el juicio, la Fiscalía presentó diversas pruebas, incluyendo el testimonio de la víctima, declaraciones de testigos y el informe de la Brigada de Delitos Sexuales (BRISEX) de la PDI.
Como resultado, el tribunal dictó una condena de cinco años y un día de cárcel, además de medidas accesorias como la inscripción en el registro de agresores sexuales y el comiso del vehículo utilizado en el delito.
El condenado ya se encontraba en prisión preventiva desde su formalización el 31 de octubre de 2023 y deberá cumplir la pena de manera efectiva.
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