Oficial lleva café y sándwich a personas en situación de calle

El mundo cada vez más globalizado deja ese gusto amargo al pensar que las personas comparten cada vez menos con sus pares y con lo que los rodea, olvidándose –en parte- de las cosas esenciales de la vida.

Es cierto, los tiempos actuales obligan a correr todo el día, dejando una sensación de que faltaran horas del día para desarrollar la enorme cantidad de labores que –en algún momento- se transformaron en algo cotidiano.

Sin embargo, en medio del tumulto de cosas que son necesarias hacer, aún es posible encontrar a quienes se dan el tiempo de compartir con personas que lo necesitan.

Todos los años lo hace pero cuando empezó la época de frío, hace un poco más de un mes y medio, lo realiza cada vez que puede.

Se trata del subcomisario administrativo de Carabineros de Santa Bárbara, capitán Cristian Sanhueza, quien –ya sea de civil o de uniforme- recorre las calles de Los Ángeles para conversar con quienes viven en situación de calle. Pero no sólo eso, también reparte café y sándwich.

“La iniciativa comienza por un tema personal, por el propio orgullo de poder ayudar a las personas no sólo como carabinero, sino que también como ser humano”, relató el oficial.

Comienza su rutina muy temprano en las mañanas. Viaja todos los días desde la capital provincial de Biobío a la comuna de la miel para realizar su trabajo como carabinero.

Tras terminar su jornada laboral, suele visitar y compartir con quienes rondan especialmente el Estero Quilque, en el sector de la Vega Techada.

“Les llevo un café, un sándwich pero no sólo debe quedar en eso, también en una conversación con las personas (…) que muchas veces lo que necesitan es la compañía y la cercanía de otras”, relató el oficial.

Dentro de sus labores como funcionario policial, tampoco deja de lado a quienes viven en situación de calle. Aprovecha la oportunidad cuando desarrolla funciones de oficial de ronda; a estas visitas también se suma el carabinero que lo acompaña que, la mayoría de las veces, es el cabo 2° César Cordero.

Sanhueza relató que el tiempo que destina a visitar a estas personas no implica dejar a su familia de lado, ni quitarle tiempo a ella. En muchas oportunidades acude junto a su señora y su pequeña hija de tres años.

“Lo importante es inculcarle a los menores los valores (…) Creo que partiendo por casa y de la infancia, lo mejor que le podemos dejar a nuestros hijos es la educación y los valores”, relató el oficial.

Asimismo, expresó que el poder compartir y dar lo que uno tiene representa para él una satisfacción enorme. “La satisfacción de poder darles un poco de nuestro tiempo a estas personas creo que para ellos también es invaluable”, recalcó.