Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

El más grande de los hombres

Mario Morales Burgos, Profesor

por Mario Morales Burgos, Profesor

¿Qué es la grandeza?  ¿Cómo se mide la grandeza en la conducta del ser humano?  Frente a estas inmensas interrogantes, estamos acostumbrados a los clichés y son muchos, en la historia de la humanidad, señalados como los "más grandes", por haber descubierto o haber realizado un acto extraordinario.

Es acaso, aquel hombre anónimo, de nuestra prehistoria, que fue capaz de llevar el fuego a la fría caverna, para asegurar la sobre vivencia   de la especie; o aquel artesano milenario, que en algún lugar de la tierra inventaba la rueda y otros instrumentos que contribuyeron al desarrollo de la humanidad, y que llevaron al hombre más allá del horizonte para ensanchar los límites del planeta, descubriendo tierras nuevas y desconocidas. Son ellos los hombres más grandes; esos conquistadores invencibles que fundaron imperios sin límites; aquellos estudiosos que hurgaron en lo que no se ve ni se siente, explicándonos el funcionamiento del universo.  Al definir el concepto de "grandeza" en la conducta humana, podemos afirmar que todos ellos fueron muy importantes pero no los más grandes entre sus iguales.

El verdadero valor y grandeza de una persona está en su "compasión", bondad y amor, es aquel ser humano que, desde el inmenso poder que sustenta,  desea lo mejor para los demás y que vive y actúa consecuentemente inspirado, siempre, por estos principios, aunque en ello sacrifique su vida. Es grande, porque su vida entera está dedicada al bienestar colectivo y a la felicidad de los demás. 

Con estos atributos iniciamos, entones, la búsqueda del más grande de los hombres, de aquel que es reconocido por la mayoría de la humanidad, de aquel que está en el corazón y en la vida cotidiana de millones, de aquel que ilumina la vida y el camino de miles y de miles.

Este hombre, con tan sublimes valores emerge a la vida, en la pequeña ciudad de Belén en el espacio más rústico y modesto de la humanidad, abrigado, apenas, por sus padres y acompañado de pastores y animales, iluminado por una especial estrella, que era la más clara señal del cielo, esa misma que lo acompañaría hasta su muerte. Jesús lo llamaron sus padres, que aún no sabían, que su hijo era el enviado del cielo para acompañar a la humanidad. Su poder era sin límites, pero él supo vivir como uno más entre los hombres y sólo se manifestaba para mostrar que el enviado de Dios, estaba aquí para caminar

junto a los justos y bien aventurados y también junto a los soberbios, mezquinos, injustos y pecadores para ofrecerles algo invaluable: el perdón y la vida eterna. La grandeza de Jesús responde a todas las virtudes, su enorme compasión lo llevaba a sanar  enfermos, y su condición de hombre, lo llevó, también a experimentar el dolor y el llanto frente a la muerte de un  ser querido; llora por Lázaro y luego lo resucita frente al asombro de la gente. Jesús sabe escuchar y perdonar en todos los momentos; pues en la cruz, en la antesala de su muerte, perdona al ladrón crucificado junto él, regalándole la vida eterna, al invitarlo a compartir el paraíso. Jesús de Nazareth, hijo de María  y de José, es el más grande de los hombres que haya pisado la tierra y que haya vivido bajo el cielo.

Mario Morales Burgos

Profesor.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto