Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

Nuevas guerras, nuevos soldados

Mario Ríos Santander

por Mario Ríos Santander

Hay que ser muy infantil sostener que para matar a una persona en un país extranjero, necesite todo un sistema estructurado, institucional, (inteligencia, contrainteligencia), en circunstancia que todo lo requerido, ya se encuentra en el país del homicidio dispuesto, sin costo alguno para esas oficinas secretas ubicada en la cúspide los gobiernos.

Recuerdo aquellos, más inteligentes que yo, horrorizados, al comprobar que durante 526 noches a eso de las 3 de la madrugada, mientras Chile dormía, una compañía aérea, creada solo para ese propósito, desembarcaba 220 "migrantes" cada vez, sin poner ninguna objeción policial en su ingreso, aceptando mentirosa declaración de "turistas".

Todo esto bajo el Gobierno de la señora Bachelet en su mayor número y una parte, continuó Piñera, hasta que en Cúcuta, frontera colombiana con Venezuela, levantando los brazos, en un gesto histriónico y de una torpeza mayúscula, declaraba: "¡¡A todos los venezolanos los recibo en mi país..!!". Maduro, con tan notable noticia, abrió las cárceles y animó a los detenidos, "viajar a Chile". Y se vinieron para acá, confundidos con buenos migrantes que arrancaban de la dictadura chavista o mejor aún, les había llegado la noticia que Chile, se desarrollaba para ser un país del primer mundo.

En nuestro país, mientras tanto, las noticias sociales repletaban la prensa con buenas noticias. Se construían cientos de miles de vivienda, en salud los niveles alcanzados superaban cualquier expectativa de vida, el 7% de la población estudiaba en alguna universidad, nuestras exportaciones crecían, en fin, ya lo sabemos, era otro país. Pero Maduro y su equipo, no descansaba en sus males y odios. Viajo a Caracas como observador internacional y compruebo parte de la compleja trama administrativa-política. Organismos secretos, seguimientos individuales policiales por miles, un poderoso militar, el General Padrino, sostenedor del gobierno y primer corrupto de esa dictadura. Viajo en un auto protegido por policías. Ingreso a barrios pobres. Me detengo, se acerca a gente, comprueban que soy extranjero, "¡¡sálvenos!!" es el grito del alma de esa gente. Pido ingresar a sistemas extraños, (televisores encendidos controlando las declaraciones políticas de candidatos diversos. "Si alguien se sale de la sana doctrina, se le castiga. Si pide disculpas, paga una multa y sigue, sino se disculpa, fuera", así de simple). Quise estar un minuto en ese lugar y no se me permitió. Chávez y Maduro, habían creado un monstruo político cuyas dimensiones, en esa ocasión no alcancé a dimensionar. Solo se que las prisiones se abrieron y se fueron todos. Los Servicios de Inteligencia, gozaban al ver que, entre medio de los buenos migrantes, se confundían sicarios, asesinos, extorsionadores, plagistas, toda una especialidad delictiva. Llegaron a Chile, fueron acogidos y todo quedó dispuesto para asesinar. Comenzaron con el teniente Ojeda. Diosdado Cabello reía con tan notable circunstancia: "Nosotros estamos todos aquí". La inteligencia venezolana, tenía otro nombre: Tren de Aragua. 

Mario Ríos Santander   

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto