Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna
Columnista

¿Sabemos qué se conmemora el 18 de mayo?

Carla Basoalto Flores

por Carla Basoalto Flores

Se conmemora el día internacional contra la explotación sexual comercial infantil (ESCNNA), la cual constituye una forma de coerción y maltrato grave, que afecta a niños, niñas y adolescentes (NNA) en todo el mundo, la cual es entendida como el abuso sexual, por parte de un adulto, en el cual existe un pago ya sea en dinero o especies, en donde el NNA es visto como un objeto sexual y/o mercancía. Son variados los estudios nacionales e internacionales, que consideran que este tipo de maltrato es una forma de coerción y violencia, que puede compararse al trabajo forzoso y una forma de esclavitud moderna.

Quien diría que aún en el siglo XXI nos encontraremos hablando de vulneración grave de derechos de niños, niñas y adolescentes, se supone que con la globalización y el cambio social que hemos tenido a lo largo de estos años este tipo de situaciones no deberían existir. Sin embargo, existen factores que inciden en que este tipo de delito se perpetúe en la historia, tales como la extrema pobreza, las crisis humanitarias, las redes de tráfico infantil, el contexto sociocultural y el contexto familiar, las sociedades patriarcales, la exclusión social, etc. Es importante comprender que este tipo de maltrato es multidimensional, por lo tanto, muy difícil de combatir a nivel mundial. La globalización y la era digital han permitido crear mayores espacios para que este tipo de delito se lleve a cabo y se dé con mayor facilidad, por eso hoy en día hablamos de sexting y grooming, permitiendo que el comercio sexual infantil sea aún más accesible con el uso de las tecnologías de información.

El fin de conmemorar este día, es concientizar y sensibilizar a la sociedad, reconociendo que aún estamos al debe en lo que se trata de cuidar y proteger la infancia, de establecer políticas públicas y establecer medidas legales que erradiquen este tipo de vulneración grave de derechos fundamentales. A pesar de los avances que hemos tenido como sociedad, los tratados que se han firmado y las políticas públicas creadas para proteger a NNA, aún nos queda bastante por hacer., pero la pregunta es ¿cómo prevenimos este tipo de maltrato?, debemos partir por reconocer que es una vulneración grave de derechos, se considera una de las peores formas de maltrato y sus consecuencias son aún peores, sobre todo en salud mental, por que como Estado, no hay ninguna política pública que apunte a la reparación de este tipo de vulneración y en cuanto a salud mental nuestro país se encuentra al debe.

El silenciar este tipo de situaciones nos hace cómplices, por lo que tenemos una tarea importante en la prevención y denuncia de este tipo de delitos, además del deber de cuidar la infancia de nuestros niños, niñas y adolescentes, favoreciendo su integración en la sociedad, respetándolos como sujetos de derechos, creando espacios seguros y sanos, que les permita desarrollarse sanamente acorde a su edad y etapa del ciclo vital, siendo cuidadosos con el uso de redes sociales y responsables en lo que respecta a educación sexual.

De acuerdo, al estudio realizado por ONG Raíces (2018) en nuestro país se estima que al menos 3.719 niños, niñas y adolescentes son víctimas de explotación sexual infantil y comercial, fluctuando sus edades entre los 10 y 18 años, siendo de ellos un 80% mujeres. Esta realidad es grave, y es aún más grave pensar que un gran porcentaje de estos NNA se encuentran en residencias de vida familiar, antiguamente llamadas residencias proteccionales, por lo tanto, como sociedad, hemos fallado, y debemos hacernos cargo, reconociendo que no hemos sabido proteger la infancia de nuestro país.

La Convención Internacional de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescente, proclama que "Los Estados se comprometen a proteger al niño contra todas las formas de explotación y abusos sexuales", por lo que es importante entender que el estado lo formamos todos. Por lo tanto, debemos asumir el rol, que nos corresponde a cada uno en esta sociedad y proteger desde ya a nuestros niños, niñas y adolescentes, quienes tienen el derecho de crecer en entornos saludables, espacios seguros, familias contenedoras, con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades y mejorar su calidad de vida.

Carla Basoalto Flores

Docente de Trabajo Social

Universidad Santo Tomás Los Ángeles

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto