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Hoy por hoy, la escuela ha ido reconfigurando su rol social muy potente en la vida de las personas, siendo formadora no sólo en ámbitos técnicos, sino que también en aspectos de nuestro desarrollo psicoemocional y social, por tanto, nuestra labor como docentes va más allá de transferir conocimientos; es posibilitar que los niños y niñas construyan sus propias realidades y adquieran conocimientos a través de diversas Experiencias de aprendizaje .
Estas últimas, dependiendo de su orientación, pueden tener mejor acogida por parte de nuestros estudiantes quedándose un mayor tiempo en las memorias de los pequeños receptores de la enseñanza, y fortaleciendo varias áreas de su cerebro en pro de aprovechar cada oportunidad de aprender de manera innovadora, lúdica y divertida.
Lo anterior, apuntando a que la educación que hoy debemos realizar, muchas veces a través de pantallas, siga siendo cercana y exista una disposición positiva a recibirla, tanto por parte de los estudiantes como de los padres. Del mismo modo que tenemos el desafío de hacer nuestras clases de manera didáctica también se nos solicitó realizar una priorización curricular , cambiando todas nuestras planificaciones, sumando otro punto a considerar al momento de cumplir con las tareas de la práctica docente, es ahí donde me pregunto ¿Cómo cumplir con esta nueva priorización sin agobiar o asustar a los padres?
Una estrategia que quisiera realzar desde mi experiencia y desde el área en el que me desenvuelvo, que es la educación especial, es utilizar la interdisciplinariedad como herramienta, articulando disciplinas del arte con todas las asignaturas, de este modo lograremos llegar de mejor manera a potenciar la adquisición de conocimientos a través de nuevas experiencias.
Cabe mencionar que, comúnmente consideramos al Arte como un aspecto principal para desarrollar las habilidades blandas , las cuales son vitales para la formación integral de un ser humano. Esta disciplina viene a potenciar también la base para poder adquirir las habilidades duras o habilidades técnicas .
Por ejemplo, lo que sabemos desde las neurociencias, en relación al arte es que el aprendizaje de distintas técnicas de lenguajes artísticos fortalece el conocimiento de las emociones, mejora la memoria, la creatividad; potencia la resolución de problemas, la originalidad, la capacidad de abstracción, entre otros aspectos que son los cimientos de base para la construcción de muchos otros conocimientos técnicos, que se buscan adquirir en nuestros establecimientos educativos.
Consideremos que la interdisciplinariedad es la cooperación de dos o más disciplinas, sin la fragmentación propia de la disciplina (Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio), por tanto es posible e inmensamente enriquecedor favorecer las instancias para trabajar de manera articulada y en constante cooperación con docentes de todas las asignaturas, integrando los lenguajes artísticos como herramientas didácticas para favorecer nuestra labor y práctica de estas experiencias en casa, impactando directamente en el aprendizaje de los niños y más aún , la dinámica familiar, ya que las experiencias que incluyen el arte ayudan a fortalecer la emocionalidad y los lazos dentro de un núcleo.
Por tanto, de acuerdo a todo lo dicho anteriormente el llamado es a abrir la puerta a la imaginación y al trabajo cooperativo, realzando los aportes de las artes a la mejora de la calidad de nuestra educación y al fortalecimiento psicoemocional y social de nuestros estudiantes, aspecto que hoy viéndonos desde lejos se hace tan difícil. Recordemos nuestro rol como escuela y brindemos todas las oportunidades que nos sean posibles.
El arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo Albert Einstein
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