Todo lo que hacemos a la tierra y al otro se lo hacemos a nuestra salud, a nuestra economía y a nuestra sociedad. En la antigüedad, los griegos, consideraban al planeta como una deidad primordial y la llamaron GAIA, que representa la Madre Tierra, mientras, los pueblos indígenas de América, le denominan Pachamama, que se define como la naturaleza que está en contacto permanente con el ser humano. Nuestras raíces ancestrales la denominaban Ñuke Mapu quien entrega la vida, mantiene el equilibrio y orden. En ciencias la denominamos Biósfera que considera al planeta como una unión entre lo inanimado y los seres vivos, que habitaban haciendo uso de sus recursos como agua, minerales y atmósfera. Hemos transformado nuestra Ñuke Mapu, olvidando que somos uno, comenzamos con la gran revolución industrial y el uso masivo de recursos naturales, hasta estar inmersos dentro de lo que denominamos, la mayor alteración del planeta o Cambio Climático Global. En estos tiempos, tomamos a la tierra como un asunto aparte de nuestras vidas, hemos ayudado en la pérdida de biodiversidad, dejamos de considerar esta unión vital, y dejamos de considerar a la tierra como un ser vivo, íntegro e inteligente. Actualmente, nuestro planeta está viviendo un receso o respiro de la humanidad jamás imaginable. Producto de esta Pandemia, que nos ha obligado a permanecer en casa, aprender de tolerancia y compartir con nuestros propios temores y respeto de vivir en comunidad. Si realmente aspiramos a un mundo más feliz, si nos proponemos mejorar nuestro bienestar y el de las generaciones futuras, es necesario conservar y restaurar el entorno que nos rodea. Somos una gran unión, sí quiero un entorno limpio, productivo y sostenible, es lo que debo entregar al ecosistema en la misma medida. ¡ Trata a tu entorno, como quieres que te traten a ti!. Feliz día de la tierra