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La participación electoral es uno de los fundamentos de todo sistema democrático, por lo que resulta preocupante la tendencia de nuestro país, que presenta una baja sostenida de participación en los procesos para elegir a los representantes en los distintos cargos de elección popular. En términos generales existe una caída significativa de los niveles de participación en estas instancias, que hacen que Chile sea una de las democracias que ha experimentado una de las mayores bajas desde la década del 90 a la fecha, cayendo desde el 87% a cerca del 36% de participación en la elección municipal del 2016.
Este fenómeno tiene sesgos de carácter socioeconómico, territorial y demográfico, que explican que sea la población más joven la que menos participa de los procesos electorales y que se traduce en que solo el 14% de los jóvenes entre los 18 y 19 años hayan votado en la última elección municipal. Lo más preocupante, es que en aquellos provenientes de comunas de menores ingresos la participación es aún menor, por ejemplo: en La Granja, el 2016 participó solo el 6% de los jóvenes entre 18 y 19 años, en contraste con lo sucedido en Vitacura, donde la tasa de participación fue de un 30%, es decir seis veces mayor.
Ante esta realidad, el Ministerio de Educación, en conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y otras organizaciones de la sociedad civil, está implementando el proyecto "Fomentando la participación electoral en Chile", que entre sus líneas de acción contempla desarrollar a través de módulos en las distintas asignaturas el componente de Educación y Formación Ciudadana, iniciativa que se suma al proceso del Plan de Formación Ciudadana que están implementando los establecimientos, uno de los importantes avances de la Reforma Educacional en esta materia.
A través de estos módulos queremos invitar a nuestros estudiantes a comprender el sentido y propósito de la participación, a discutir en torno a esta temática y generar una conversación cuyo foco es la revalorización de la democracia y las instancias que hacen que esta se haga efectiva. Además, queremos promover y fortalecer los valores y principios democráticos como el respeto a la diversidad, el pluralismo, la tolerancia, la no discriminación, aspectos que contribuyan a la formación integral de todos los estudiantes, como personas con pensamiento crítico y compromiso con el desarrollo de sus comunidades y la sociedad en general.
Por esto nos parece fundamental que en la antesala de la elección presidencial, parlamentaria y de consejeros regionales, hagamos un llamado a los establecimientos y sus comunidades educativas a conversar en torno a la importancia de la democracia y de la participación de la ciudadanía en los procesos electorales, lo que es completamente coherente con el trabajo que las escuelas y liceos desarrollan, a partir de fortalecer espacios de participación como los consejos escolares u otras instancias que buscan recoger la opinión y propuestas de cada uno de los actores que conforman a las comunidades, para la construcción de un proyecto común, que represente sus intereses y aspiraciones.
Este espíritu de comunidad es el que es necesario reconstruir. Somos una comunidad amplia y diversa, que necesita de todos nosotros para su desarrollo y la completa realización de cada uno de sus miembros.
El deseo e interés de formar parte de lo público, de comprometerse con las necesidades propias y la de los demás y reconocer en la participación un medio valido para el cumplimiento de este propósito, nos acercará a los principios de la educación como una herramienta de integración, de progreso y de difusión de los valores trascendentales que toda sociedad requiere.
Sergio Camus Campos
Seremi de Educación del Biobío
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