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El aumento de las multas permitirá que las empresas tengan los incentivos correctos. Los buenos negocios no pueden ser a costa de la buena fe de las personas, ya que es necesario entregar señales claras respecto de la importancia que tiene también para el sistema.
El Sernac denunció a la justicia a 37 locales comerciales a lo largo del país por no exhibir los precios de los productos en las vitrinas.
Esta acción de defensa de los derechos de los consumidores de parte del Sernac se suma a otras realizadas recientemente, como las 19 denuncias en contra de locales de las cadenas de farmacias que no estaban informando correctamente los precios de los medicamentos.
De más está decir que el conocer el precio de los productos y servicios es fundamental al momento de tomar una decisión de consumo, y pese a que la Ley del Consumidor establece claramente que las empresas tienen la obligación de informarlo previamente, de manera destacada y visible, todavía se detectan incumplimientos al respecto.
A través de las denuncias, el Servicio busca que la justicia aplique el máximo de las multas que dispone la Ley del Consumidor a las empresas denunciadas. Pero más allá de eso, lo que pretende es que los proveedores modifiquen sus conductas y adecúen sus prácticas comerciales a lo que establece la normativa y respeten a los consumidores.
La presencia de este tipo de incumplimientos nos confirma que en nuestro país todavía existen importantes asimetrías, las que afectan principalmente a los consumidores.
Como Sernac estamos empleando todas las facultades que nos entrega la Ley para monitorear y defender los derechos de los consumidores, pero está claro que no son suficientes.
De ahí la importancia del proyecto de ley que se está tramitando en el Senado, el cual le entregará al Sernac las facultades fiscalizadoras y sancionadoras que le permitirán desincentivar el incumplimiento de la Ley del Consumidor.
El proyecto de ley se hace cargo además de otro aspecto relevante, como lo es el aumento de las multas. Hoy los montos no son suficientes para evitar posibles infracciones, ni tampoco se condice, en la mayoría de los casos, con la gravedad del incumplimiento.
Por ejemplo, la multa más alta actualmente es de 1.000 UTM, unos 42 millones de pesos, para los casos de publicidad engañosa; en este caso la idea del proyecto es triplicar el monto máximo.
El aumento de las multas permitirá que las empresas tengan los incentivos correctos. Los buenos negocios no pueden ser a costa de la buena fe de las personas ya que es necesario entregar señales claras respecto de la importancia que tiene también para el sistema.
Damaris Hernández,
Directora Regional (Pt) del Sernac
Región del Bío Bío
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