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La Tribuna

La historia de una familia que sobrelleva tres muertes en accidentes de tránsito

por Marcela Vidal

Carmen Cárdenas es una valiente mujer que explicó cómo se lleva una vida cuando dos hermanos y un padre fallecen en estos lamentables hechos del destino

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“Yo quiero entregar mi testimonio porque quiero que las personas tomen conciencia”, así comienza su relato Carmen Cárdenas, una mujer que debido a accidentes de tránsito no vivirá unas Fiestas Patrias como el resto de las personas.

En estas fechas, donde muchas personas se reunirán en familia a celebrar una serie de días, los paseos y comidas serán una realidad para muchos. Sin embargo, como ella, hay una importante proporción de personas que en estos días recuerdan la muerte de sus seres queridos tras complejas tragedias de las que nadie quiere ser parte.

Estos corresponden a hechos que en muchas ocasiones se producen debido a la imprudencia de conductores irresponsables, que en ocasiones involucran a terceros.

Sobre esta realidad Carmen Cárdenas conoce mucho, debido a la realidad sobre accidentes que han tocado duro a su familia, y es que en tres oportunidades ha perdido a familiares en estas circunstancias.

“Nosotros éramos seis hermanos. Primero mi padre murió en un accidente cuando nosotros estábamos pequeños, fue un proceso doloroso, pero no como cuando fallecieron mis hermanos. Los accidentes han marcado nuestra vida”.

UNA HISTORIA DE TRAGEDIAS CON GRAN PERSEVERANCIA  

“En el año 1993 falleció mi hermano Ricardo, quien en ese entonces tenía 17 años. El venía de una fiesta y un conductor ebrio lo atropelló por la espalda a él y a sus amigos durante la madrugada”, de esta manera formula su relato la angelina que en su testimonio tiene un solo objetivo: que las personas sepan esta cruda realidad.

Este accidente, según recordó, fue producido por un conductor en estado de ebriedad. Cuando Ricardo salía de un local y al observar a una joven sola con sus amigos decidieron acompañarla y como cualquier aventura emprendieron un camino que ese día marcó su vida para siempre.

“Cuando nos enteramos de este accidente, lo primero que supimos es que el conductor se dio a la fuga dejando a Ricardo y sus amigos en el suelo, sin prestar ayuda. Se fue a una iglesia. Supimos eso, mientras que mi hermano agonizó dos días”, agregó esta mujer.

Lo que más remece el corazón de esta familia es que durante ese año, el responsable de este hecho, siempre se mantuvo en libertad y en el momento de formalizar esta causa, sólo tuvieron unas disculpas públicas por parte de familiares fue lo único que se llevó a cabo “quiero pensar que eran otros años, porque la justicia no fue justa para nosotros”. 

Sin embargo, el destino no terminaría de ser injusto para esta familia y cuando las heridas comenzaban a sanar, nuevamente el luto marcó sus vidas con la pérdida de un nuevo integrante de esta familia, en una situación un tanto paradójica, un nuevo accidente vehicular acabó con la vida de Bernardo, quien trabajaba en un reconocido kiosco de Los Ángeles, ubicado en la esquina de las calles Colón y Janequeo, donde fue arrollado mientras se mantenía en su interior, por una camioneta.

“Por circunstancias de la vida, él fue al kiosco, no debería haber estado ahí, el abría más tarde y fue en ese momento en que un bus que venía por Janequeo no respetó un disco Pare, y seguido de ella venía por Colón una camioneta bajando, cuando impactaron. Supuestamente, la persona de la camioneta dice que no venía a exceso de velocidad, pero resulta que el venía a 90, porque ¿cómo se explica que sacó de su ancla el kiosco?”.

Posterior a ello, el hermano de esta valiente mujer -quien relata esta historia con un nudo en la garganta- explica que su hermano agonizó durante ocho días en la UCI de Los Ángeles, lo que terminó con su vida a los 52 años.

“Ya son tres casualidades de estos hechos y cargamos con este dolor a nuestra manera, es un hecho que nos remece y no queremos que esto se vuelva a repetir con otras personas”, manifestó Carmen.

ÍNDICES LOCALES: LA REALIDAD QUE SE BUSCA REDUCIR

Según estadísticas presentadas por la Sección de Investigación de Accidentes del Tránsito (SIAT) Biobío, entre los años 2016 y 2017, los números son desalentadores. Durante el año pasado, a nivel provincial se presenciaron 37 accidentes en la provincia, incluidos atropellos, colisiones, choques y volcamientos, los que comparados con el año 2016 aumentaron en 18 casos.

Sobre esto, el teniente Sebastián Barría Borquez, subcomisario subrogante de SIAT Biobío, sostuvo que “en comparación con 2016, hubo 18 casos más. Entonces, esto se traduce en un aumento de accidentes del tránsito en comparación con el año 2016”.

Sobre esta realidad, uno de los casos que más recuerda este profesional es un lamentable hecho que afectó a una serie de jóvenes en la provincia “como SIAT, investigamos cuatro accidentes, de esos, hubo uno en que tres jóvenes salieron de una fonda alrededor de las cuatro de la mañana en estado de ebriedad. Chocaron, se volcaron y lamentablemente en ese accidente falleció uno de los chicos, la otra persona quedó en silla de ruedas y la otra corrió con más suerte, quedó con lesiones graves pero hoy se encuentra bien y es precisamente esta realidad la que no queremos repetir”.

Debido a esto, el profesional de la sección de Tránsito explicó que este año buscan reducir accidentes creando conciencia de conductores y peatones.

“Todo el mundo imagina que a ellos no les podría pasar o que solo podrían estar involucrados los conductores y por ello es que el llamado es a que los conductores y peatones tengan precaución y conciencia de sus actos”, apuntó.

Por ello, el llamado es a entregar las llaves en condiciones de ebriedad y a los peatones a velar por su seguridad, sobre todo en sectores rurales, donde hay menos iluminación.

Todo esto apunta a lograr la meta que este 2017 busca reducir las cifras de accidentabilidad, donde el 50% de los hechos investigados registra presencia de alcohol en las partes involucradas.

Sobre el actuar de Carabineros, afirmó que “este año, debido a la magnitud de días, va a existir un refuerzo extraordinario por nuestra parte en las diferentes rutas, como lo es la 5 Sur, ruta 146, Q-180, donde va a haber más presencia de fiscalización”.

“El año pasado se llevaron a cabo 39 detenciones por conducir bajo los efectos del alcohol, además se realizaron casi 10 mil controles vehiculares y se cursaron cerca de 318 infracciones de tránsito, las que se cursaron solo en el periodo de fiestas”, argumentó. 

APOYO PARA VÍCTIMAS

Hace aproximadamente tres meses en la provincia del Biobío se instala en Los Ángeles la Agrupación de Víctimas de Accidente del Tránsito(AVAT), quienes se dedican a prestar apoyo psicológico y legal a personas en estas circunstancias, donde actualmente Carmen y su familia se asesoran posterior al accidente de su segundo hermano.

Mauricio Villegas, representante de esta agrupación, explicó que “esta es una agrupación que nace en la capital del país hace aproximadamente siete años, donde se brinda un apoyo y ayuda a las víctimas y familiares en estos temas, en diversos puntos, desde el ámbito legal hasta la parte jurídica, para enfrentar estos hechos. Considerando un mundo burocrático”.

“Conocemos distintas situaciones, terribles, donde muchas personas viven un cambio de vida extremo y por eso nos sirve para crear una conciencia colectiva donde debe haber un trabajo en conjunto, por ello, estamos trabajando desde la campaña ti si te puede pasar”, afirmo el representante de AVAT.

Sobre esto, fue la misma Carmen quien manifestó que gracias a este apoyo, desde el momento en que falleció su hermano se han sentido acogidos y apoyados en diversos ámbitos.

“Yo llegué a AVAT de causalidad por medio de una tarjeta y nos sentimos apoyados, pero ahora estamos en otros tiempos y tenemos fe, porque creo que nos ayuda en todas las formas, desde el ámbito moral hasta el ámbito judicial, que es lo que buscamos hacer justicia, por ello estamos con calma y fe”, dijo. 

QUE ESTO NO LE PASE A ALGUIEN MÁS

“Si entrego mi testimonio es porque no quiero que esto le pase a nadie más. Si tengo el valor, es porque con el tiempo hemos aprendido que debemos cuidarnos. Todos creemos que no nos puede pasar, pero no es así…” de esta manera entrega su experiencia Carmen.

Relata que hoy viven un proceso angustiante, doloroso, que a pesar de los años se aprende a vivir con él, pero sin sanar el recuerdo que todos los días llega cargado de anécdotas y experiencias de risas y llanto al saber que esa persona ya no estará por una compleja e inexplicable circunstancia.   

“Ahora, por ejemplo, en esta mesa ya va a faltar una persona  y ahí está el lugar de mi hermano. Todos los fines de semana  venía para acá y acá celebrábamos o simplemente compartíamos el estar juntos. Este año, será diferente”.

Con este duro testimonio, ante la consulta sobre un mensaje para las familias y las personas en general, esta mujer toma valor y haciendo relación con tantos otros casos, manifiesta que el mensaje es claro: para beber hay que tener conciencia y medida.

“Los Ángeles es un lugar peligroso para conducir, todos los días vemos accidentes, a cualquiera nos puede pasar y llevarlo no es fácil. Ese es mi testimonio”.  

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