¿Cuánto cuesta y qué implica un operativo de rescate de personas?

Viernes 30 de junio. Dos personas concurrieron hasta la localidad de San Carlos de Purén, distante unos 15 kilómetros de la ciudad de Los Ángeles, para disfrutar de una jornada de pesca.

Sin embargo, se vieron sorprendidas por la fuerza del agua. Cerca de las 16:00 horas llamaron a Carabineros para avisarles que habían quedado atrapadas en un islote del río Bío Bío.

La situación obligó a montar un operativo que incluyó la concurrencia de unidades del Cuerpo de Bomberos y Carabineros de Chile.

Asimismo, fue necesario solicitar ayuda de unidades especializadas de Carabineros como lo es el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE), quienes finalmente lograron rescatar a estas personas con vida.

Como éste, varios han sido los casos que han obligado a montar operativos que han contemplado escenarios adversos como cauces de agua y nieve, en la cordillera.

Situaciones como éstas no sólo exponen a quienes deben ser rescatados sino que también a todas aquellas personas que deben realizar las labores que permitan rescatarlos con vida.

Pero, ¿cuánto cuesta y qué implica un operativo de rescate? FinDe de La Tribuna indagó en torno a ello con el objetivo de crear conciencia en las personas en torno a los riesgos asociados a conductas imprudentes.

CARABINEROS

Estas dos personas llegaron a pescar en las inmediaciones del sector para introducirse al interior del cauce del río. Sin embargo, fueron arrastrados por la corriente, logrando llegar a este islote donde quedaron aislados.

El cauce comenzó a crecer y fue ese mismo escenario lo que les impidió retornar hacia la ribera y así poder salir del lugar.

Conocidos los hechos, y en primera instancia, en el lugar se constituyeron ocho funcionarios a cargo de un oficial de carabineros.

El escenario en el que estas dos personas se encontraban inmersas obligó a solicitar la cooperación del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE), quienes con la ayuda de un bote zodiac lograron rescatar a los hombres con vida cerca de las 23:30 horas.

Es que “la hora, las condiciones del tiempo, es una hora donde se hizo más complejo todo tipo de operaciones de rescate por cuanto no existe visibilidad, la temperatura disminuye considerable, lo que también afecta tanto a los rescatistas como a las personas rescatadas en este caso”, relató el comisario de la Primera Comisaría de Carabineros de Los Ángeles, mayor Leonardo Cárdenas.

Fue el mismo oficial quien, además, estuvo a cargo de las diligencias que permitieron posteriormente rescatar a estas dos personas sanas y salvas.

Pese a que no entregó cifras en torno a cuánto cuesta un operativo de este tipo, el oficial relato que será necesario considerar una serie de variables que hay que cuantificar.

Entre ellas, será necesario considerar las horas hombre, el desplazamiento, lo que significa el consumo de combustible y el desgaste de máquinas.

Además, hay que considerar el “traslado de recursos desde una ciudad a otra porque en Los Ángeles no tenemos equipos especializados. Por lo tanto, todos los apoyos que nosotros requerimos vienen desde la ciudad de Concepción”, explicó el oficial.

Para las labores de rescate de las dos personas aisladas en San Carlos de Purén se solicitó la cooperación de una aeronave.

Finalmente no fue necesario utilizar el helicóptero ya que fue personal del GOPE quien los rescató. Sin embargo, y para que tenga una idea, la hora vuelo en este medio de transporte puede costar cerca de $100.000.- (valor referencial).

Cárdenas relató que todo operativo de rescate se inicia con una evaluación en terreno de primera instancia y que la realiza la unidad territorial donde se produzca el hecho.

En este caso, “se constituyó personal en el lugar, se hizo una evaluación de las condiciones del terreno, condiciones climáticas, factores de riesgo asociados a las personas”, relató el oficial.

Asimismo, agregó que será necesario realizar todo tipo de maniobra que debe primar en un operativo de rescate pero, por sobre todo, las medidas de seguridad que permitan que la operación se desarrolle dentro de condiciones mínimas de seguridad que permita lograr con éxito el trazado.

“En este caso en particular, no se dieron estas condiciones por la hora, las condiciones del tiempo, el aumento considerable del cauce del río. Por lo tanto, fue necesario ocupar otro tipo de recurso para poder acceder al rescate de estas personas y esa es la razón por la cual se requirió este apoyo a los equipos especializados que concurrieron desde la ciudad de Concepción”, expresó Cárdenas.

En este sentido, se solicitó ayuda al personal del GOPE y aeropolicial. Como el rescate de las personas se realizó en horas de la noche, no se pueden realizar operaciones aéreas nocturnas por lo que finalmente sólo participó personal del GOPE.

En “todo hecho en los que tenemos que operar en situaciones difíciles existe una responsabilidad importante de los mismos rescatados por cuanto no se toman las medidas de seguridad correspondientes”, expresó Cárdenas.

Son esas mismas acciones y actitudes temerarias las que exponen, además, a otras personas que deben trabajar a fin de poder socorrerlos.

Esto, porque su rescate involucra un aparataje de recursos humanos y logísticos para poder sacarlos en buenas condiciones.

BOMBEROS

El trabajo de Bomberos en cursos de agua es, en su mayoría, realizado por equipos especializados en rescate subacuáticos, conocidos como Gersa.

Se trata de “especialidades altamente costosas en cuanto a materiales, equipos, al equipamiento, a los accesorios que deben tener tanto para poder llevar a cabo operaciones eficientes y también por el tema de seguridad del personal”, relató el comandante del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles, Héctor Rivera.

Como el costo asociado a ello es alto, la preparación de quienes forman parte de esta unidad especializada de Bomberos también lo es.

Esto porque su personal requiere de un nivel de exigencia marcado por la rendición de exámenes o evaluaciones, en este caso, ante la autoridad marítima, lo que involucra un alto costo.

Además, los materiales que necesitan para poder realizar operativos de rescate están particularmente diseñados para este tipo de operaciones, lo que eleva su valor.

El hecho ocurrido en San Carlos de Purén “fue una situación bastante compleja (…) El acceso era tremendamente dificultoso y obligó a que, con los recursos con los que contamos como Cuerpo de Bomberos para ese tipo de maniobras, no pudiéramos exponer al personal al torrente que había y obligó, en este caso, a gestionar (el rescate) a través de Carabineros”, expresó Rivera.

El Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles no tiene una unidad Gersa por lo que –cuando lo requieren- deben solicitar cooperación a la zona de Biobío que sí cuente con una.

San Rosendo, Negrete, Nacimiento (que está en su fase de capacitaciones finales), Mulchén y Santa Bárbara son los Cuerpos de Bomberos que sí cuentan con esta unidad especializada en materia de rescate acuático.

Ello, ha motivado al Cuerpo de Bomberos a especializarse en otras áreas propias de la Institución.

Si bien, en este último caso de rescate registrado en la provincia no se requirió la ayuda de uno de estos grupos, ya se había puesto en alerta a la unidad del Cuerpo de Bomberos de Mulchén.

Pero ¿qué significa contar con un Grupo Especialista en Rescate Sub-Acuático?

Sólo para que tenga una idea, “partimos de la base que los trajes que tiene que utilizar el personal para inmersión o para trabajar en los cursos de agua, bordean entre los 600 hasta el millón de pesos, e incluso un poco más”, explicó Rivera.

Se trata de una especie de buzo que es el que tienen que utilizar los voluntarios para ingresar a los cursos de agua.

A todo ello hay que sumarle todo el equipamiento adicional. Ya sea si van a realizar maniobras u operaciones subacuáticas o de inmersión “tenemos que sumar equipamiento que son los equipos de respiración; estamos hablando de equipos que bordean los tres o cuatro millones de pesos, en algunos casos más sofisticados”, explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles.

Dentro del equipamiento de seguridad, se necesitan chalecos salvavidas que no son iguales a los que se encuentran en el mercado común.

Estos deben tener ciertas particularidades dado que los trabajos generalmente se realizan en canales y ríos, pudiendo encontrar ramas o palos, entre otras cosas.

“Entonces, las características tienen que ser de una resistencia tal que permitan brindar seguridad en la operación tanto para nuestra gente como para la persona que estamos efectuando la maniobra de rescate”, explicó Rivera.

El costo de uno de estos chalecos salvavidas puede comenzar en los 200 ó 250 mil pesos y puede superar, incluso, los 400 mil pesos.

Para que tenga una idea de lo que ello implica en terreno, un operativo de rescate efectuado durante el verano en los Saltos del Laja obligó a desplegar personal del Gersa de San Rosendo al lugar, compuesto por seis bomberos.

En aquella oportunidad, las labores de rescate se extendieron durante cerca de 12 horas.

¿Qué implica acudir a operativos en los deben rescatar a personas que quedan atrapadas donde el agua es el principal inconveniente?

“Es vital la información que se recibe en nuestra central de comunicaciones para nosotros poder despachar las unidades o la unidad que es la específica con el equipamiento que se necesita para la operación”, explicó el oficial bomberil.

En el caso de San Carlos de Purén, agregó que los datos fueron claros y precisos porque la comunicación llegó de parte de Carabineros, quienes solicitaban la presencia de Bomberos para evaluar la factibilidad de realizar el rescate con los medios que ellos disponían.

Rivera relató que esto no fue posible debido al torrente del río y a otras variables que se sumaron a ésta.

Sin embargo, recordó las labores que debieron efectuar en un accidente registrado camino a Santa Bárbara durante el fin de semana recién pasado.

En aquella oportunidad, el conductor de vehículo cayó al cauce de un canal, desplazando al automóvil unos 100 ó 150 metros.

“Ahí sí que hubo que realizar maniobras para poder liberar el cuerpo, de la persona que estaba al interior del vehículo y el cual se encontraba 100% sumergido (en el agua). Personal nuestro tuvo que ingresar al canal, hubo que hacer toda una operación compleja para poder liberar a la persona –en este caso- desde el interior del vehículo”, sostuvo Rivera.

Casos como estos implica movilizar recursos, movilizar personal, movilizar equipamiento, muchas veces equipamiento que resulta dañado y “son costos que debemos ir asumiendo cada vez que se concurre a este tipo de servicios”, expresó el comandante.

Los costos, agregó, son extremadamente altos. Es que se trata de especialidades extremadamente costosas y que requieren de una alta preparación, capacitación, un alto nivel de exigencia y entrenamiento de quienes, en definitiva, la desempeñan.

A modo de ejemplo, para que los voluntarios realicen maniobras como las desarrolladas en dicho accidente de tránsito implica implementar un equipo básico que les permita trabajar de manera segura.

Ello le significa al Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles invertir cerca de 12 millones de pesos para equipar, al menos, a cuatro personas con este equipamiento básico.

Éste equipamiento no contempla equipos de buzos de trabajo en inmersión y de respiración para trabajar debajo del agua, sino que incluye solamente trajes que les permitan ingresar al curso de agua, además de chaleco salvavidas, cuerdas de seguridad, cuerdas flotantes para poder extraer a las personas y otros accesorios más que son necesarios.

Ahora, si las labores incluyeran un bote zodiac, deberá pensar en invertir cerca de 4 millones de pesos que cuesta el más barato.

Para que tenga una idea y saque sus propios cálculos. A la emergencia de San Carlos de Purén concurrió un carro compuesto por cinco voluntarios.

SERVICIO DE ATENCIÓN MÉDICA DE URGENCIA

El jefe del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) de Biobío, José Luis Novoa, relató que como servicio de atención prehospitalaria están preparados para abordar las distintas emergencias que puedan implicar daño a la salud de las personas, ya sean accidentes vehiculares, incendios u operativos de rescate.

“Evidentemente uno siempre quiere que las personas no sufran este tipo de siniestros pero de ocurrir estamos preparados y dispuestos a colaborar con Carabineros y Bomberos, que son los que tienen las principales funciones en un rescate”, expresó Novoa.

Agregó que, en este tipo de casos, deben esperar que la escena esté despejada para entregar la primera atención que requiera la persona afectada, la cual dependerá de la gravedad del hecho ocurrido.

“Eso sí, este tipo de situaciones pueden demandar bastantes recursos, en especial de tiempo, ya que obliga al vehículo de emergencia a permanecer en la escena hasta que Bomberos y Carabineros hayan terminado su labor y ese tiempo de espera puede variar según la complejidad del rescate”, sostuvo el especialista.

En materia de recursos financieros, un traslado estándar dentro de la provincia en un móvil básico tiene un valor de $450.000 mientras que el uso de un modo complejo puede alcanzar $1.200.000. Sin embargo, distintos factores y escenarios podrían hacer variar estos montos.