¡Digno de celebrar! Angelina cumplió 108 años de vida

Graciela Contreras es una mujer oriunda de Los Ángeles. Nació el 16 de julio de 1914 y fue criada en los alrededores de la ciudad, en el sector rural de Quilales, camino a Laja, donde  comenzó una vida de pareja siendo muy joven.

Trabajó en el fundo donde vivía junto a su esposo desempeñando labores de lechera, donde se levantaba muy temprano para mantener a sus hijos. Tuvo varios hijos. No le gusta decir cuántos son, pero hoy solo hay cinco de ellos con vida, y de la familia directa, algunas sobrinas la van a visitar esporádicamente, pero tiene tataranietos.

Su última hija la tuvo a los 53 años, quien la acompaña y se encarga de sus cuidados hasta el día de hoy.

Su nieta, quien tomó contacto con diario La Tribuna, quiso hacer un homenaje a esta anciana, que sin duda es digna de admirar por su coraje para enfrentar la vida.

Comentó que la señora Graciela tiene una capacidad cognitiva enorme, está muy clara, siempre se acuerda de cosas del pasado que va comentando con sus familiares, quienes admiran la memoria que tiene su abuelita, como le llaman de cariño.

Físicamente, es autovalente, camina, hace sus cosas, pero a veces las fuerzas flaquean y, especialmente en esta época de frío, la mantienen más resguardada en el hogar.

Es buena para las bromas y para conversar, pero su familia destaca su fortaleza para enfrentar las adversidades del camino. La pérdida de sus hijos por causas naturales y algunos de manera dramática, forjaron la resiliencia que hoy sus descendientes admiran profundamente. De esta manera, y teniendo mucha fe en Dios, esta adulta mayor llegó a los 108 años.

Su nieta con mucho orgullo relató que ella es muy creyente, siempre ora por todos nosotros. A pesar de sus años, siempre está atenta a nosotros, nos conoce, nos pregunta sobre el trabajo, es muy amorosa con todos. Nos conoce tan bien que cuando andamos cabizbajos, nos anima; entonces uno se cuestiona y dice cómo ella que lo pasó tan mal es tan fuerte y uno se queja de cosas menores.

Toda su familia coincide en la alegría que muestra su abuelita para vivir, relatando que los más pequeños se nutren con ella cuando nos enseña a orar, a estar pendientes de la fe, que es un tema olvidado hoy en día.

Actualmente, vive con su hija Silvia, que se ha dedicado a tiempo completo al cuidado de su madre Graciela.

No tiene enfermedades graves, solo hipertensión y para ello toma una pastilla, pero en general, goza muy buena salud.

Su familia destacó el profundo conocimiento que posee su abuelita sobre las hierbas medicinales, relatando que siempre está aconsejando a las personas cómo sanar sus dolencias de manera natural.

Del mismo modo, su familia que admira su longevidad, lo atribuye también a la alimentación que había en el pasado, donde según contaron ella consumía sagradamente sus hierbas y para el alimento diario siempre se sustentaron ahí en la casa, iban a sacar las papas a la huerta, y hasta la gallina se tomaba de ahí. El sábado 16 de julio, su familia celebró los 108 años de Graciela, y desde la admiración declararon que ella es el pilar de todos nosotros, ella nos mantiene unidos y nosotros estamos bien gracias a sus oraciones.