Sargento Segundo Claudia Arancibia: "Siempre quise ser militar"

Oriunda de Llay LLay y con un sueño desde pequeña de ser una mujer de armas, la comandante de Escuadra de la Compañía de Ingenieros de Montaña N° 3 del Destacamento de Montaña N° 17 Los Ángeles, Claudia Arancibia Ibacache, destaca por su fortaleza física y mental, su capacidad de liderazgo; y su constante interés de aprender incluso, en instancias que demandan gran esfuerzo y compromiso.

"Una soldado de tomo y lomo" según la descripción de sus camaradas quienes valoran en ella su ímpetu de servir con orgullo a su patria, sin decaer ante ninguna adversidad. 

Comenzó su carrera militar el año 2006, siguiendo el ejemplo de su abuelo que perteneció a la aviación.  El 2007 se integró a la escuela de Ingenieros, en el Regimiento Nº 2 Tejas Verdes, en San Antonio, egresando al año siguiente tras lo cual fue destinada al Destacamento Angelino. 

Madre de un niño de siete años, compatibiliza su carrera militar con la maternidad, siendo su hijo y su profesión, sus dos grandes amores. 

"Ser una mujer de armas es complicado a veces, porque uno está bastante fuera de la casa, en campañas o ejercicios, pero aún así para mi pertenecer al Ejército y a Ingenieros es un orgullo muy grande, sobre todo siendo mujer, porque considero que nosotras desde siempre hemos sido un gran aporte a las Fuerzas Armadas, creer que esto es una carrera solo para hombres, es un pensamiento que ya está erradicado", reflexionó. 

Desde su rol de liderazgo, su premisa es enseñar en base al ejemplo, y con esa misión es que se autoimpone el constante perfeccionamiento.  Es así que postuló a un curso de Defensa Personal junto a otros 16 funcionarios de planta. "Terminamos el curso con 11 personas, entre ellos yo, la única mujer", mencionó orgullosa.

Tras esta experiencia, postuló a una misión de paz en Haití, donde estuvo seis meses. "Fue muy gratificante poder ayudar a gente que lo necesitaba, en distintos ámbitos, desde la alimentación hasta la seguridad, que son funciones que nosotros cumplíamos allá", valoró.

El servir a otros precisamente es lo que la sargento Arancibia más valora de la carrera militar, que actualmente a su juicio es una excelente opción profesional tanto para hombres, como para mujeres.   "Si tuviera que entregar un mensaje sería, tanto a soldadas, como civiles, que postulen al Ejército, es una excelente oportunidad para desenvolverse como mujer, y como profesional. No es difícil ser militar, uno tiene que poner de su parte y entrenar, que eso es lo que más necesitamos acá, entrenar.  Además, yo soy mamá y eso en ningún caso ha sido una limitante", instó.

En una última hazaña la sargento, hace dos meses, aprobó un curso autónomo, y patrón de bote, para conducir botes zodiac en situaciones de rescate, como las últimas inundaciones que afectaron a la zona.   Siendo también la única mujer en postular, aprobó con distinción lo que da cuenta que las capacidades están en quienes se lo propongan.  "Fue difícil en un comienzo no lo voy a negar, el contacto con el agua fría es desagradable, pero gracias a Dios, con el apoyo de mis camaradas, de mis colegas, lo logré terminar, fue un mes bien duro, bien intenso, pero yo creo que en esos momentos uno tiene la fuerza mental que te da el ser mujer y madre, que te permite superar cualquier prueba", concluyó.