Más que altas temperaturas para Los Ángeles

Según un estudio reciente del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) de la Universidad de Talca, estamos al borde de un verano históricamente cálido, con la posibilidad que las temperaturas alcancen niveles de hasta 42°C o incluso 43°C en la zona central del país.

Así, durante el próximo período de primavera - verano se prevén temperaturas máximas que podrían alcanzar, incluso, los 41°C o 42 °C en Chillán y Los Ángeles.

Dicho estudio complica aún más el actual escenario, considerando la megasequía que ya afecta la producción agrícola del país y que continuará impactándola a lo largo de este año.

Se espera que los meses de diciembre de 2023, y enero y febrero de 2024 sean particularmente desafiantes en términos de condiciones climáticas.

La conexión con el cambio climático es innegable, plantean los expertos, que suman el aumento sostenido de las temperaturas en la Tierra, junto con el fenómeno de El Niño.

Los efectos de este calor extremo serán variados y significativos.

La agricultura, que constituye un pilar fundamental de nuestra economía, podría enfrentar serias dificultades. Las altas temperaturas pueden reducir la calidad y cantidad de los cultivos, lo que podría tener repercusiones negativas en la exportación de productos agrícolas. Además, la disponibilidad de agua, ya amenazada por la sequía, podría sufrir un golpe adicional debido al estrés hídrico.

Si a este escenario sumamos los incendios forestales que ocurren en la temporada, la situación se vuelve aún más preocupante, siendo necesario fortalecer el  trabajo que habitualmente se mantiene entre el sector público y privado con las comunidades que habitan en los sectores de mayor riesgo.

Estas emergencias no sólo afectan a los árboles nativos, plantaciones, matorrales  o al ecosistema en general, sino que también cobran la vida de personas y de animales, dejando a su paso, gran devastación. Así, considerando el estudio de reciente publicación, vale la pena preguntarnos si estamos mejor preparados para enfrentar situaciones de alto impacto, como las que se asocian a los riesgos de las altas temperaturas por sobre el umbral al que ya estamos acostumbrados no sólo en Los Ángeles sino que en todas las comunas que conforman la provincia, donde las condiciones no variarán mayormente. Más aún cuando se tiene la referencia cercana de los incendios forestales del verano último, con altas temperaturas que bordearon los 40 grados y que dejaron una estela de fallecidos y destrucción como no se tenía registro anterior.