Paso Pichachén

Fue hace 25 años que el paso fronterizo de Pichachén fue abierto al tránsito internacional. Fruto de las conversaciones y gestiones, que tomaron forma binacional en el encuentro binacional del año anterior realizado en Los Ángeles, el histórico "Boquete de Antuco" - como se le conoció en los siglos anteriores - permitía unir el norte de la provincia de Neuquén con la Región del Biobío.

Uno de sus promotores más entusiastas fue el alcalde de Antuco en ese tiempo, Claudio Solar Jara, quien empujó la apertura del hito limítrofe en ese verano de 1998 y en todos los años siguientes para consolidar su materialización.

Las primeras instalaciones (hay que decirlo) fueron precarias. Un par de containers se ubicó en el sector de la avanzada de Carabineros para realizar el trámite legal para la salida e ingreso de ciudadanos de ambos países.

Paulatinamente, se fue mejorando el camino y se construyeron los puentes para atravesar los ríos Los Pinos y Petronquines, salvando los obstáculos de mayor envergadura.

Después de 25 años, el seremi de Obras Públicas de la Región del Biobío, Hugo Cautivo, confirmó que ya está en marcha el proceso para la licitación para la construcción del complejo aduanero del paso fronterizo Pichachén. El proyecto considera una inversión de 15 mil 200 millones de pesos, lo que permitirá erigir tres edificios con una superficie construida superior a los 3 mil 500 metros cuadrados, además de áreas de circulación y estacionamientos.

Los recintos albergarán de manera permanente a alrededor de 40 funcionarios, que corresponden al personal de los organismos encargados del control de personas y de carga, como Aduana, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), y la Policía de Investigaciones.

De acuerdo a la planificación original, en los primeros meses del segundo semestre se espera tener una empresa adjudicada y que la obra se pueda iniciar en el último trimestre del año. El plazo de ejecución es de 700 días (bordea los dos años), por lo que se espera que a fines de 2025 se inauguren las nuevas instalaciones del complejo aduanero Pichachén.

Para la autoridad, se trata de "una iniciativa emblemática para la Región del Biobío. El Ministerio de Obras Públicas tiene un compromiso con el desarrollo de la región, con su proyección internacional y la integración binacional con Argentina, mejorando las condiciones en las que operan los distintos servicios relacionados con el intercambio con el vecino país".

En forma paralela a la licitación para construir el complejo fronterizo de Pichachén, se está culminando la etapa de diseño del proyecto del camino internacional, que implica la pavimentación hasta el mismo hito limítrofe.

Por lo pronto, debido a que esa vía atraviesa el parque nacional Laguna del Laja, se deberá ejecutar un Estudio de Impacto Ambiental para tomar en cuenta todas las consideraciones para minimizar las consecuencias negativas en el entorno natural.

Sin duda que se trata de avances enormes para que nuestra provincia de Biobío - y la región en su conjunto - se fomente la necesaria integración binacional, paso fundamental para proyectarla mucho más allá de las fronteras delimitadas en un mapa.