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La Tribuna

Cambio de gabinete

por La Tribuna

La irrupción de las fuerzas del denominado Socialismo Democrático viene a ser la representación más palpable de la necesidad del Gobierno para reconducir el proceso político, a partir del abrumador triunfo de la opción del rechazo al texto de nueva constitución elaborado por la Convención Constitucional.

Es que el contundente fracaso de la apuesta por el Apruebo, empujada de manera decidida por el Ejecutivo, ciertamente que debe ahora propiciar la construcción de puentes que permitan, por una parte, proyectar la labor del gobierno en los más de tres años que le restan al mando del país y, por otro lado, viabilizar un itinerario constituyente.

Ambos desafíos son de envergadura y requieren de un timón firme que pueda navegar en las peores tormentas para llegar a puerto seguro. De lo contrario, puede naufragar en el océano de la irrelevancia e insignificancia.

Por eso, Gabriel Boric no tuvo más camino que aplicar cirugía profunda y reemplazar a seis secretarios de Estado. Dentro de los cambios más paradigmáticos ocurridos, se decidió la salida de Izkia Siches de la cartera del Interior y reemplazarla por Carolina Tohá.

Los constantes errores no forzados de Siches, ocasionados por su falta de experiencia política, fueron razones más que suficientes para pedirle el cargo, pese a su rol fundamental en la campaña de la segunda vuelta presidencial. En su reemplazo, al Ministerio del Interior arribó Carolina Tohá, militante del PPD, cuya experiencia política a nivel parlamentario y en cargos de Gobierno, está más que demostrada.

Ana Lya Uriarte llega de emergencia al Ministerio Subsecretaría de la Presidencia, precedida de la polémica por la designación - desecha en menos de una hora - de Nicolás Cataldo en la Subsecretaría del Interior. Cataldo reemplazaría a Manuel Monsalve quien asumiría la Segpres pero, finalmente, este último aceptó permanecer en dicho cargo.

Pese a su arribo en la emergencia, Uriarte tendrá que articular la agenda legislativa del Ejecutivo con el Congreso en un escenario desfavorable debido a que no tiene las mayorías suficientes para empujar cambios de mayor envergadura, específicamente en lo referido a las modificaciones constitucionales que darían origen a un nuevo proceso para contar con carta magna.

Ella y Carolina Tohá tendrán que sentarse a tender los puentes para sacar adelante la tarea. Muy probablemente deberá buscar acuerdos con sectores de centro, como la Democracia Cristiana. Incluso con Evópoli y el Partido de la Gente.

Muy probablemente, como sucede en toda negociación de ese nivel, deberá ceder en sus posiciones, quizás respecto a proyectos de ley en curso o iniciativas que estaban prontas a ingresar a discusión legislativa.

El Gobierno de Gabriel Boric no tiene otros caminos disponibles. Buscar el camino del diálogo es, básicamente, replicar la campaña para la segunda vuelta presidencial que le otorgó la Primera Magistratura, deberá ampliar el abanico político hacia sectores de centro que le permitan tener gobernabilidad y dar viabilidad al itinerario constituyente.

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