La diferencia no está en las condiciones físicas

Generalmente, la provincia de Biobío se ha destacado por la gran cantidad de deportistas de gran nivel existentes en ella. Esto, teniendo en cuenta un sinfín de atletas que día a día entrenan para dar la cara semana a semana y poner en lo más alto el nombre de la zona.

En el tenis de mesa, por ejemplo, aparece Felipe Olivares junto a su entrenador Alex Luna, que por estos días están siendo partícipes del mundial de tenis de mesa.

Cicleskano, UCM y Team El Constructor, cada fin de semana posicionan a la provincia en el mapa deportivo en los distintos torneos o carreras a nivel nacional, donde en varias ocasiones han logrado destacar de manera sobresaliente.

El canotaje de Laja también ha sido motivo de orgullo en la zona, al representar al país en un sudamericano en Uruguay con excelentes resultados.

Dentro de todo este escenario favorable para la provincia en lo deportivo aparece uno que se tenía fe, que consiguió los fondos necesarios y se paseó por el mundo el año pasado intentando ganar experiencia para poder hacer un buen 2018… y lo consiguió. Se trata de Pedro Heller, quien tuvo una fantástica fecha del World Rally Championschip en Argentina, tras quedar en la tercera posición.

En este panorama auspicioso surge una interrogante que preocupa con justa razón a todos quienes viven íntimamente los avatares del deporte local.

Esta aprensión por el desempeño de nuestros deportistas no es nueva, pero hoy refleja de modo más responsable una preocupación por las carreras frustradas de deportistas con futuro, ya que las causas siempre parecen apuntar a lo mismo: los recursos económicos.   

Las diferencias en cuanto a lo monetario son abismantes: mientras unos deben ingeniárselas como sea para poder representar a la zona en cualquier parte del país, otros han podido conseguir magníficos auspiciadores que les han llevado a destacar a nivel internacional.

Más allá de hacer comparaciones odiosas, lo cierto es que con todo esto queda claro que en la provincia de Biobío existe un número importante de deportistas de elite nacional -e incluso internacional- que, desgraciadamente, no se pueden solventar solos. Por lo mismo, es necesario el apoyo de los municipios, entidades gubernamentales o, derechamente, el patrocinio de privados.

Sólo hay que pensar hasta dónde podrían llegar nuestros deportistas si tan sólo tuvieran todos los dineros que requieren.

En definitiva, el hecho de que algunos tengan mayores logros deportivos que otros no habla de mejores condiciones físicas individuales, sino que, en muchas ocasiones, sólo refleja la presencia o la ausencia de oportunidades producto del aspecto financiero.

Por ello, el llamado es a tener ojo con los clubes deportivos en la zona, que cada vez van desarrollando más y más deportistas de excelencia.

Señores, ellos ponen de su parte, ahora falta la de ustedes.