Un día como hoy&

El 22 de enero de 1901, nació en la ciudad de Viña del Mar, una persona que trascendería a la historia del mundo entero y especialmente de los católicos, por su gran entrega social reconocida transversalmente.

Se trató de un hombre que vio en los pobres y los trabajadores, la posibilidad de construir no sólo en temas de fe, si no que en una ayuda real, con cosas tangibles.

Fue tildado por los sectores acomodados de la sociedad como “el cura rojo” o el “cura comunista”, sin embargo, nunca fueron las influencias políticas las que lo movieron, si no el buscar mejorar para bien la vida de las personas más necesitadas del país.

El Padre Alberto Hurtado, no es sólo una bonita historia de un religioso que destacó en el mundo por su ejemplo de solidaridad o por su frase “hay que dar hasta que duela”. Detrás de ello, hay un ejemplo de vida, que nos permite darnos cuenta que empatizando con la realidad que nos rodea y haciendo algo al respecto, podemos cambiar el mundo, aunque sea ese pequeño territorio de nuestra villa, comuna o provincia.

Su lucha incansable, lo llevó a insistir en encontrar los caminos que le permitieran colaborar. Así fue que con la ayuda del Diario El Mercurio, este sacerdote realizó una campaña para poder inaugurar el 21 de diciembre de 1944 el conocido “Hogar de Cristo”, el cual existe y crece hasta el día de hoy.

Con sólo 51 años y víctima de un fuerte cáncer al páncreas, Alberto Hurtado murió en el Hospital de la Universidad Católica. Más bien, su cuerpo se despidió, porque su obra, su mensaje y los valores se mantienen vivos hasta la actualidad.

Muchas veces vemos a este tipo de personas, como seres superiores. Podemos compartir o no las enseñanzas católicas, pero claramente Alberto Hurtado, quien hoy cumpliría 117 años, nos ha demostrado que no importa quienes seamos, la vereda en la que estemos transitando en esta sociedad, o que alguien de pronto nos ponga frenos en la misión de vida que consideramos justa, sino que nos enseña que lo verdaderamente relevante es tener el coraje y la valentía de hacer el bien.

Quizás esta efeméride solo quede para algunos en esta página de diario, pero para otros, la historia del Padre Hurtado, puede ser la llama que motive a querer hacer locura de cambiar para bien el mundo. ¿Te atreves?