Precios de frutas y verduras siguen altos a la espera de caída por producción local

Dirigentes y locatarios de la Vega Techada de Los Ángeles dijeron que factores como el clima, el traslado y la falta de mano de obra agrícola han sido los responsables del aumento en los precios de las frutas y verduras, situación que se debería estabilizar con la llegada de oferta local al comercio.  

El vicepresidente de la Comunidad de Frutas y Verduras de la Vega Techada, Bernardo Mellado, dijo a diario La Tribuna que nuestros precios siguen siendo menores en relación a los supermercados en un 40%. 

Sin embargo, reconoció que con el factor del clima de la zona tienden a bajar en verano, en un 40%, los precios en comparación con los de las futas y verduras traídas de otras zonas del país. El cilantro, que en invierno valía 1000 pesos, ahora cuesta 500 pesos, y la lechuga, que antes estaba en 800, ahora sale 500 pesos, pues ya están comenzando a salir productos de la zona que bajan su precio porque no hay que pagar fletes. 

ESTACIONES DEL AÑO 

Lo que sí indicó Mellado es que los que están elevados en precios son los que vienen de la zona central, por ejemplo, los tomates, que vienen de la cuarta región, entonces, el traslado y la demanda hacen que suban los precios. 

Pero el vocero de los vendedores de la Vega Techada dijo que el clima va avanzando hacia uno más cálido, lo que significa que en unos 10 o 15 días, por ejemplo, el precio del tomate debería disminuir porque se produce más cerca y el traslado se hace más barato. 

También la pandemia y sus efectos sobre la producción agrícola han influido en los precios de las frutas y verduras: Los insumos para producir están más caros, además, hace mucho que no hay suficiente mano de obra en el campo porque tienen miedo a contagiarse, y también están los bonos, así que les da lo mismo trabajar o no porque reciben dinero a fin de mes igual, y la sequía hace que sea más difícil producir.  

AUMENTO DE COSTOS

Una de las compradoras del mercado de la Vega Techada, Gloria Sanhueza, dijo a diario La Tribuna que se ha notado el alza de los precios, pero son productos de forma diaria, de primera necesidad. Siempre vengo acá porque la calidad es mucho mejor que en los supermercados, pero los precios son más o menos los mismos. Antes uno con 100 mil pesos compraba lo básico, y ahora con 150 mil se puede comprar lo mismo, así que definitivamente se nota la subida de precios en la mesa de la casa.

También un locatario de la Vega Techada, Fernando Gómez, dijo que con el alza de los abonos y todo lo necesario para que se cultive lo que vendemos, la gente tiene que vender los productos más caros para mantener sus ganancias. Siempre converso con los agricultores y me han dicho que se han visto afectados porque con la subida de los abonos, todo les sube y tienen que tratar de mantener sus ganancias, pero la gente no entiende el gasto que implica producir algo y se queja de que está caro. 

PÉRDIDA DEL CLIENTE FRECUENTE

Gómez dijo que a pesar de esta alza en los precios, la gente que viene de afuera a vacacionar sube las ventas, o la gente que pasa por la calle y se da cuenta de que le falta algo en la casa, pero los compradores frecuentes se han perdido o se han ido a los supermercados porque no quieren salir de la casa. Hace el pedido de supermercado por teléfono o va a las verdulerías y fruterías que se han comenzado a instalar más cerca de los sectores residenciales. 

Otro locatario de la Vega Techada, Eduardo Jara, dijo que las frutas y verduras de temporada son las que han subido los precios porque son más caras, pero es un problema de todos los años: el maíz o las cerezas, por ejemplo. 

Jara explicó que eso significa que no todo sube al mismo tiempo, por ejemplo, ahora saldrá tomate de la zona de Angol, entonces su precio baja. 

Agregó que la clientela ha disminuido mucho porque hay mucho permiso de venta en las calles, hay camionetas que reparten en las calles e incluso fruterías y verdulerías que abren cerca de distintos sectores residenciales, y que nos quitan al cliente local de Santiago Bueras, por ejemplo, pero seguimos percibiendo al cliente que viene de afuera de Los Ángeles, de ciudades periféricas.