Empresarios locales anuncian quiebras por aprobación de Reforma Laboral

El pasado jueves por la noche y luego de dos días de debate, la cámara del Senado despachó el proyecto de la Reforma Laboral.

Entre los distintos puntos de la idea, hubo tres bastante controversiales entre los legisladores, pero que finalmente se logró votar dejando sólo uno para que fuera resuelto por una comisión mixta.

La negociación con interempresas, el derecho a huelga sin reemplazo y la titularidad de los sindicatos, fueron las ideas más controversiales que se discutieron.

A continuación, te mostramos cómo funcionarían los proyectos y los distintos puntos de vista que existen.

NEGOCIACIÓN INTEREMPRESAS

Fue uno de los puntos más conflictivos dentro de la discusión del proyecto, pero finalmente se resolvió con 15 votos en contra y 13 a favor.

Matías Godoy, economista de fol.cl y director de “economía para todos”, comentó que “existen muchas empresas con filiales relacionadas, las cadenas de retail que tienen varias figuras relacionadas y cada trabajador negociaba con su empresa, lo que busca esta reforma en su esencia es que las negociaciones que hagan los trabajadores con su empresa pueda hacerse extensiva para las otras relacionadas”.

Un ejemplo de esto es el caso de Falabella, que tiene aseguradora, bancos, agencia de viajes, empresa de telefonía, Sodimac y Tottus, por lo tanto, lo que se buscaba con esto es que los empleados pudieran negociar entre todos con la empresa en general.

Por su parte, José Miguel Stegmeier, presidente de Socabío detalló que “esta era una de las cosas absurdas que tenía el proyecto, no se pueden negociar con empresas de distintas realidades en una sola negociación sindical, porque una empresa va a tener problemas. Ojalá que no se imponga en la sala, no puede ser que se meta en el mismo caso a todas las empresas.

HUELGA LEGAL SIN REEMPLAZO

Este es uno de los puntos más importantes de la reforma. La idea es que si el sindicato decide irse a huelga nadie pueda reemplazar a los trabajadores, debido a que si se suplen a los empleados, la medida de presión no tendrá efecto.

Fue aprobada con 22 votos a favor, 1 en contra y 13 abstenciones.

Godoy planteó que en el caso de quienes no están sindicalizados “el proyecto inicial planteaba de que si se negociaba, era tarea del empleador hacerlo extensivo a quienes no fueran parte del sindicato, ahora entiendo que se quiere hacer una modificación para que quien decida si serán beneficiados sea el presidente de los trabajadores, por lo mismo creo que se va a incentivar a los trabajadores a que sean parte del sindicato, porque de no ser así no se van a extender los beneficios que se negocien colectivamente”.

A su vez, José Miguel Stegmeier, enfatizó en este punto que “este tema es uno de los peores en la reforma porque transforma a la huelga en algo fatal para la empresa, porque si no hay reemplazo la empresa puede quebrar y sobre todo en el caso agrícola porque en la ordeña por ejemplo o la cosecha de frutas el agricultor puede perder su fuente y eso atenta contra la esencia de la empresa”.

Asimismo, detalló que creen que las huelgas se deben hacer en momentos precisos del año y en el caso de tareas específicas como la ordeña de las vacas o la cosecha en la agricultura ellos requieren el reemplazo del personal que esté paralizado.

Dentro de este tema, aparece un punto polémico en la reforma, la “adecuación necesaria” que dice "el empleador en el ejercicio de sus facultades legales, podrá modificar los turnos u horarios de trabajo, y efectuar las adecuaciones necesarias con el objeto de asegurar que los trabajadores no involucrados en la huelga puedan ejecutar las funciones convenidas en sus contratos de trabajo, sin que constituya práctica desleal (…)”, lo que para algunos es interpretado como un reemplazo oculto, lo que fue aprobado con  29 votos a favor y 1 en contra.

El presidente de Socabío aseguró que eso quedó a interpretación, debido a que ni siquiera el gobierno se puso de acuerdo en ese punto, por lo que como no se sabe la manera en que va a operar, está al filo de lo ilegal y se va a estar siempre sujetos a eventuales denuncias.

Stegmeier afirmó que “algunos dicen que se puede hacer, pero sólo en ámbitos no productivos, pero no hay una aclaración al respecto y cada cual puede interpretarlo a su manera”.

TITULARIDAD

La idea de este proyecto es que sea uno solo el sindicato que negocie, ya que anteriormente también negociaban otro tipo de grupos que debilitaban al más grande. Con la futura aprobación de esto, se prohibirían grupos a parte del sindicato en las negociaciones colectivas.

En la Cámara de Diputados la votación fue más amplia a favor de este punto, con 22 votos de apoyo y 14 en contra.

Godoy explicó que “yo creo que el sindicato titular va a tener los elementos para de alguna forma obligar a los trabajadores a afiliarse, porque sino no van a ser extensivos algunos beneficios que sí tendría el sindicato. Si bien afecta la libertad de una persona de elegir si afiliarse o no, pero por otro lado me parece positivo que se le otorgue poder a un grupo dentro de la empresa y no suceda lo que pasaba anteriormente, que los sindicatos no tenían poder porque los trabajadores se reunían en el grupo que más les convenía y muchos empleadores negociaban con estos grupos para quitarle poder”.

Por lo mismo, sostuvo que este punto tiene sus pro y contra, por lo que deberían de haber incentivos para formar parte del sindicato para que hayan beneficios colectivos.

Por su parte, José Miguel Stegmeier recalcó que “esto tiene que ver con gente que no quiere estar sindicalizada y atenta contra las personas. Nosotros lo hemos dicho muchas veces, esta reforma es pro sindical y no pro ser humano, porque en definitiva aquí están excluyendo a aquellos trabajadores que por voluntad propia no quieren sindicalizarse”.

Asimismo, sustentó que la única ventaja de que haya un sindicato es que hay una entidad responsable, pero como hay tantas opciones de no serlo, por ejemplo huelgas con violencia, o paralizar la empresa en temas vitales, al final se va a transformar en un poder más fuerte que el del empleador.