Bomberos repostula financiamiento para dos nuevos carros en Los Ángeles

El crecimiento sostenido en altura en Los Ángeles ha cambiado totalmente el tipo de emergencias que enfrentan los bomberos, exigiendo una capacidad de respuesta vertical que, lamentablemente, ya no pueden asegurar completamente y de manera inmediata.

En el centro de este problema está su máquina clave para emergencias en edificios, un carro escala Magiruz Deutz del año 1974.

Esta máquina, con más de 40 años en servicio, está considerada "fuera de servicio" por la propia institución debido al alto riesgo que implica su uso, pues según confirmó el superintendente Raúl Márquez, "a esta altura encontrarle repuesto, es sumamente difícil".

El carro escala tiene una altura de trabajo de unos 30 metros, pero la falta de repuestos, especialmente en los sensores de seguridad, lo hace peligroso de operar. Márquez recalcó: "Lo que pasa es que ese carro es del año 1974, es un Magiruz Deutz y resulta que a esta altura encontrarle repuesto, es sumamente difícil y más que inoperativa, lo que tiene es que esa escala por la cantidad de años que lleva en servicio (más de 40 años), ya no tiene repuesto".

A modo de ejemplo, señaló la importancia de los sistemas de alerta: "hay sensores para el giro de la escala que tienen que avisar al operador qué tan cerca está de obstáculos en los cuales pueda eventualmente colisionar". Por lo tanto, operar dicha estructura constituye "un alto riesgo".

Aunque el camión está operativo, solo puede ser activado en casos de "extrema urgencia" y únicamente "con la autorización del comandante".

"Eso sí aclaró, en caso de una extrema necesidad eventualmente podrían, con la autorización del comandante, dejarla operativa".

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A LA ESPERA DE RECURSOS

Ante esta capacidad de respuesta limitada, el Cuerpo de Bomberos ha postulado a dos nuevos carros con escalera telescópica para atender emergencias en altura, pero los proyectos sin mayores novedades estancados debido a las nuevas restricciones impuestas al financiamiento del Gobierno Regional (GORE) tras el "Caso Convenios", dijo el oficial de Bomberos.

El superintendente Márquez lamentó que las nuevas exigencias para postular a proyectos del Gobierno Regional hayan afectado directamente las iniciativas de Bomberos. En el GORE, había tres proyectos de carros donde, "lamentablemente dijo, los otros dos carros no lograron tener el financiamiento del GORE debido a las restricciones que empezaron a existir a finales del año pasado y durante este año también".

Uno de los carros que se busca reponer estaba destinado a la Primera Compañía, y la institución está "trabajando en su repostulación". El segundo vehículo formaba parte de un esquema de financiamiento regional para vehículos de este tipo.

Márquez explicó la distribución planificada de la maquinaria nueva condicionada a la aprobación de recursos: "Eran dos para Concepción por tener más edificios en altura y el carro que venía asignado a la capital provincial de Biobío. Este proyecto regional era para reemplazar lo que hoy día tenemos: la escala mecánica que está asignada a la sexta compañía y que tiene una altura de trabajo de unos 30 metros".

A pesar de los obstáculos, el jefe bomberil confía en que "los proyectos de reposición de los carros con escala telescópica se aprueben lo antes posible".

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COLABORACIÓN DE LA CIUDADANÍA

Mientras se espera la aprobación para la renovación de la flota, el Cuerpo de Bomberos se prepara para enfrentar la temporada de incendios de interfase, pastizales o forestales, considerada la "época más complicada para la institución".

El financiamiento operativo se complica debido al calendario fiscal. Márquez detalló que los presupuestos institucionales, que son sobre el "60 ó 70 por ciento con origen de recursos fiscales, ya sea subvención municipal y lo que les aporta el Ministerio del Interior, deben gastarlos al 31 de diciembre".

Por ello, la rifa prevista para el 20 de diciembre es esencial para mantener la operatividad durante el verano. El dinero recaudado permite costear los gastos extraordinarios que se generan después del cierre fiscal.

"Los dineros de la rifa nos permite enfrentar esos meses que significa además un aumento en el gasto de combustible, debido a que, a diferencia del invierno donde las emergencias ocurren en el área urbana, en verano son trayectos más largos", aseguró Márquez.

Finalmente, estos recursos provenientes de la ciudadanía también son cruciales para la reposición de mangueras y material menor afectados por el fuego, además de uniformes. Por esta razón, el superintendente espera que la ciudadanía "les responda de buena manera para que logren conseguir los recursos económicos que se requieren para la época más ‘álgida’ para la institución".