Avanza programa para dotar de agua potable a sectores rurales de la Provincia de Biobío

Pedro Matamala (50) es presidente de la junta de vecinos del sector El Fuerte de San Rosendo. Es nacido y criado en esa comuna. Y desde niño ha tenido el sueño que sus vecinos tengan agua potable.

"Hace como 20 años que estamos lo estamos solicitando. Yo veía cómo mi mamá iba a buscar agua con balde al río, y producto de eso le dio artrosis en las piernas por hartos años. Ahora vimos la necesidad de postular a este proyecto porque es altamente necesario para nuestro sector", sostiene el dirigente.

Matamala, al igual que todos sus vecinos, depende de un camión aljibe, una camioneta a cargo de la entidad pública, y pozos o norias particulares para abastecerse del recurso hídrico.

Esta realidad fue lo que lo motivó a trabajar junto a vecinos del sector para alcanzar una solución que pudiera beneficiar a las casi 60 familias de la zona.

La comuna de San Rosendo es la única de la provincia del Biobío que no cuenta con un sistema de Agua Potable Rural aprobado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Es más, según el último Censo, es la localidad que más depende de camiones aljibe para acceder al agua: Una de cada cuatro viviendas se abastecen de esta forma.

Por esta razón, Huella Local, con el apoyo del Gobierno Regional del Biobío, está evaluando las mejores alternativas técnicas, sociales y económicas para instalar un sistema de APR que beneficie a 57 viviendas del sector El Fuerte. Para cumplir con lo estipulado, ya se han realizado diversas reuniones con la comunidad, donde se han dado a conocer los alcances y ciclo de vida del proyecto.

Frente a esta situación, el  alcalde de San Rosendo, Rabindranath Acuña, aclara que sólo hay un punto del mundo rural de la comuna que se abastece con agua potable, ya que se trata de una escuela con resolución sanitaria y que posee un comedor. También recalca que, desde el comienzo de su gestión, ha propuesto abordar el acceso del agua potable desde la necesidad histórica de las comunidades.

"El agua se transforma en algo preponderante para poder seguir invitando a la gente que se quede ahí y haga su vida, y también para crear condiciones para que otros elijan la comuna para venirse. Por eso, vemos con buena mirada que el Gobierno Regional haya querido, a través de Huella Local, financiar para poder hacer los estudios, construcción y extensión de estas redes", sostiene el alcalde Acuña.

Tal como ocurrirá en San Rosendo, el Programa de Asistencia Técnica para Comités de Agua Potable Rural, ejecutado por Huella Local y financiado por el Gore Biobío, favorecerá el suministro sustentable y equitativo del agua para consumo humano en cada una de las comunas de la provincia de Biobío.

Este iniciativa provincial cuenta con una inversión de casi $1.100 millones de pesos, lo que se multiplicará alrededor de 20 veces, pues el modelo también trabaja en el diseño de 16 nuevos sistemas de APR, que beneficiarán a cerca de 2.500 familias, con una inversión proyectada de más de $20 mil millones de pesos.

Para Blas Araneda, jefe de Planificación y Desarrollo del Gobierno Regional del Biobío, la ejecución de este programa es muy importante, dado que apunta a mejorar la calidad de vida de cientos de familias de la Provincia de Biobío, además de considerar la protección del medio ambiente con un servicio sustentable y equitativo al agua.

"Estamos hablando de llevar dignidad a los habitantes de la región. Son servicios básicos que, para quienes vivimos en zonas urbanas, resultan normales y de toda lógica, sin considerar que, aún en el 2023, aún hay compatriotas que no cuentan con estos en sus viviendas", destaca Araneda.

ACCESO DISPAR EN EL MUNDO RURAL

La Región del Biobío es la segunda en el país -después del Maule- con mayor número de viviendas en zonas rurales que tienen carencias de agua potable. De acuerdo a datos del INE y la Casen, las viviendas afectados son 56 mil 453 que corresponden al 30,9% del total.

A partir de los datos del Censo de 2017, en la provincia de Biobío hay un total de 36 mil 140 viviendas rurales, de las que un 30,59% tienen acceso al agua potable por medio de comités o cooperativas de APR, mientras que un 52,22% de las viviendas rurales tienen acceso al agua gracias a pozos o norias particulares.

Estas son algunas de las razones que sustentan este programa de asistencia técnica, el cual beneficiará a 2.466 familias de las zonas rurales de la provincia, y que avanza a través de cuatro componentes.

En primer lugar, se considera un levantamiento de información comunal de sistemas de APR existentes o necesarios. Posteriormente, se desarrollará un plan de optimización o mejora para 16 sistemas, que se definirán según el catastro.

El tercer paso, en tanto, es el diseño y formulación de 16 nuevos APR para su posterior financiamiento público. Y, por último, se llevará a cabo una capacitación y transferencia de conocimientos sobre temas relevantes para la gestión y uso del agua potable a los comités de distintas localidades.

"Además de abordar el problema del acceso al agua en zonas rurales junto a la propia comunidad, los equipos técnicos de los municipios, de servicios públicos relacionados y del Gore Biobío, también queremos acelerar los procesos de inversión pública", aseguró Boris Muñoz, director de Asuntos Corporativos de Huella Local.

El directivo recalcó que un proyecto de APR puede demorar hasta ocho años en su desarrollo, "pero nosotros, con el compromiso y esfuerzo de todos los actores de este convenio, esperamos tener la mayoría de los proyectos listos para ser financiados el año 2024".