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Con la llegada de días de altas temperaturas, el reciente rescate de tres bañistas en el sector de "La Lavadora" del Salto del Laja volvió a encender las alarmas entre locatarios y artesanos del principal atractivo turístico de la provincia de Biobío.
Ante la eventual llegada masiva de visitantes, la Asociación Gremial de Comerciantes y Artesanos del Salto del Laja reforzó su llamado a la precaución y solicitó mayor vigilancia municipal, mientras especialistas del Hospital "Víctor Ríos Ruiz" advirtieron que los accidentes en ríos y pozones pueden provocar lesiones graves y permanentes en columna y extremidades.
El vicepresidente de la Asociación Gremial de Comerciantes y Artesanos del Salto del Laja, Patricio Zañartu, explicó que los afectados se estaban bañando en un tramo donde el agua parece tranquila, pero esconde fuertes corrientes subterráneas y rápidos que desembocan en otras caídas conocidas por los locatarios como "La Lavadora".
Por años, los dirigentes del sector han impulsado medidas de protección para prevenir este tipo de incidentes; es así como han ido demarcando el sector, el que también cuenta con cierres perimetrales autogestionados por los mismos locatarios.
Sin embargo, insiste en que falta mayor vigilancia, especialmente en temporada alta. Aunque han visto personal recorriendo el sector, considera necesario un punto fijo con un salvavidas o inspector que recuerde a los visitantes los riesgos del cauce.
Si bien, los siniestros como el ocurrido hace menos de una semana no son cotidianos durante el año, sí se repiten en la época estival, cuando el caudal del río disminuye y entrega una falsa sensación de seguridad.
"Ahora debemos tener unos 15 a 20 metros cúbicos por segundo, entonces el río se vuelve más amigable a simple vista y la gente más osada se atreve a bañarse", explicó Zañartu.
Asimismo, detalló que -durante el verano- suelen registrarse entre dos o tres accidentes, especialmente entre quienes se internan en áreas no aptas para el baño.
En este contexto, Zañartu relató que siempre tienen la precaución de colocar cuerdas que atraviesan el río, a fin de que las personas se puedan sujetar de ellas cuando se vean arrastradas por el agua.
Pese a ello, recalcan que la recomendación sigue siendo clara: "siempre indicamos a las personas que no se bañen en esas zonas", expresó el dirigente.
Con las elevadas temperaturas pronosticadas para los próximos días en la provincia de Biobío, es probable que muchos turistas lleguen hasta los Saltos del Laja para disfrutar y capear el calor durante el fin de semana.
Ante ello, Zañartu llamó a los visitantes a respetar las advertencias y optar por zonas seguras, como los tradicionales pozones, en caso de que deseen bañarse.
Por lo mismo, llamó a los turistas a acatar los avisos de precaución; de paso, igualmente realizó un llamado a la autoridad a estar pendiente del espacio. ·Viene harto visitante y es necesario que ojalá tengan a alguien de punto fijo un salvavidas, ya que este es un balneario abierto al público, entonces debería haber mayor resguardo también", recalcó Zañartu.
Los comerciantes del sector llevan más de 20 años organizándose para mejorar la seguridad del entorno. Han participado en charlas de universidades, de Sernatur y en capacitaciones de primeros auxilios.
También han gestionado implementos, señalética, mejoras en senderos y mantienen una red de comunicación para responder rápidamente ante emergencias. "Somos la primera línea de acción. Apenas escuchamos un grito de auxilio, todos acudimos", detalla Zañartu.
Aun así, recalcan que estas acciones no reemplazan la necesidad de un apoyo institucional más robusto. "Nos hemos preocupado bastante del tema de la seguridad, pero no basta solo con la autogestión", subraya.
Desde el ámbito de la salud, los especialistas advierten que accidentes como los ocurridos en ríos, pozones o cascadas pueden dejar daños graves e incluso irreversibles.
El enfermero supervisor del Servicio de Neurocirugía del Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz" de Los Ángeles, Ariel Canales, explicó que ante un piquero o piruetas mal ejecutadas, las personas quedan con secuelas y suelen requerir un proceso de rehabilitación integral.
Asimismo, relató que -en muchos de estos casos- lo primero es hacer una evaluación clínica y funcional completa del paciente "para determinar si es que hay estas lesiones, que existan contusiones, contracturas musculares severas que impidan la movilidad de los pacientes".
En cuanto a la rehabilitación, normalmente ésta incluye el control de dolor y de la inflamación de las extremidades o zona afectada, la recuperación de la movilidad, poco a poco, especialmente el cuello y/o espalda.
"En caso de que no existan lesiones graves, la rehabilitación incluye el fortalecimiento muscular, principalmente, ya que muchas veces estos pacientes están mucho tiempo con una inmovilidad; por lo tanto, existe una pérdida de la función muscular, por lo que requiere que se empiece a activar nuevamente la musculatura de las extremidades, especialmente del cuello y de la espalda, reentrenamiento del equilibrio y la coordinación para realizar sus actividades en caso de que hubiera alguna caída o golpe", relató Canales.
El objetivo, explicó el enfermero, es ir recuperando -poco a poco- la activad física de los pacientes para que puedan sentirse más seguros, moverse con mayor tranquilidad y sin riesgos de sufrir una caída, nuevamente.
"En nuestro servicio participa un equipo multidisciplinario para la rehabilitación de estos pacientes y está compuesto por kinesiólogos, el equipo de Enfermería, de Técnicos en Enfermería, Fonoaudiólogos, Terapeutas Ocupacionales, tenemos un equipo integral. Incluso, también se considera la labor del equipo de Trabajo Social que, cuando necesitamos readecuarlo y enviarlo a su hogar para ya restablecer su vida normal, nos apoyan para poder hacer más fácil estas actividades", finalizó el especialista.
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