Productor local reclamó contra "competencia desleal" de vendedores de cereza de descarte

El comerciante de Los Ángeles, Guido Erices Fernández, está dedicado a la producción y venta de frutas. De hecho, de sus propios cerezos recolecta los productos que luego comercializa en la ciudad de Los Ángeles.

Sin embargo, de acuerdo a su relato, ahora enfrenta un problema que el mismo cataloga como competencia desleal, además de un potencial riesgo sanitario: La venta de fruta de muy baja calidad que se comercializa a precios muy menores.

Debido a lo anterior, llamó a la Municipalidad de Los Ángeles a fiscalizar la calidad de la fruta vendida en el centro.

"Me he visto afectado por la cereza de descarte, la que se bota en el norte o se las dan a los chanchos. Hay comerciantes inescrupulosos que la compran $30 el kilo y venden a 20.000 el bin", aseguró.

Añadió que "todos los días salen triciclos que venden 3 a 5 kilos en $1.000. Esto ha causado que muchos productores echen sus quintas abajo, porque no podemos competir contra las grandes corporaciones. Los comerciantes compran el descarte a entre 30$ a $100 el kilo, lo que a nosotros nos sale $600 el kilo".

Según el comerciante, "todo el año debemos despiojar la cereza, limpiarla y desinfectarla. Peleamos una batalla inmensa que ganamos contra el gusano, pero no podemos ganarle a las grandes corporaciones sin el apoyo de la gente".

Por esta razón, Guido Erices llamó a los compradores de Los Ángeles "a no comprar esa cereza, que es de descarte. Puede haber una infección de diarrea en la gente porque la autoridad no hace la pega’".

El comerciante contó que tiene un local regularizado de venta de cerezas pero afirmó que hay "puestos legales que están vendiendo cereza de descarte que sale de los grandes frigoríficos de San Fernando y Angol a la calle. Esos frigoríficos sacan entre 10 mil y 30 mil kilos de descarte diario. Yo en la temporada saco entre 6.000 a 10.000 kilos".

A su juicio, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) debiera fiscalizar la actividad "porque antes que un daño comercial, se hace un daño a la salud, porque toda la gente de la provincia puede terminar con diarrea".

Guido Erices Fernández aseguró que "el año pasado perdí todo porque no puedo competir con los precios. Cobro $600 por kilo tomado peo no puedo dar tres kilos por $1.000".

El agricultor aseguró que está en la disyuntiva de "si eliminar toda mi quinta o seguir luchando, porque mantenerla es muy caro y llegar a una temporada y terminar con las manos vacías es muy duro".

Según el productor, entre otros costos, debe asumir que "le pago a gente. Antes trabajaba con 20 a 25 personas diariamente y ahora solo son tres personas. Cada uno cobra entre $30.000 a $20.000 pesos diarios, entonces no puedo llegar a 3 kilos en $1.000".

En relación a la cereza de descarte, aseguró que "sale de una correa transportadora porque viene de una cadena de frío y después sale a la calle y estará blanda. Por eso estos vendedores trabajan con un guante quirúrgico para que no se note que es una cereza de mala calidad", explicó.

A su juicio, la autoridad "no hace su trabajo y no fiscalizan la calidad de los productos expuestos a la venta del consumidor", por lo que exhortó a "fiscalizar los puestos para ver la calidad de la fruta que se comercializa en la comunidad. Debe haber un respeto hacia el cliente, que hoy no se está teniendo. Venden cualquier cosa en los puestos pero las autoridades no fiscalizan".