Productores de carne siguen en alerta por posible reaparición de la influenza aviar

El presidente de la Asociación de Exportadores de Carne de Chile (Chilecarne), Juan Carlos Domínguez, destacó que si bien la epidemia de la influenza aviar fue contenida en Chile, advirtió que el riesgo aumenta en la temporada estival debido a las aves migratorias que transmiten la enfermedad.

"El virus de influenza aviar está siempre presente en aves silvestres, por lo que los productores siempre tenemos que estar atentos a cualquier sintomatología que pudieran tener las aves y que pudiera tratarse de una enfermedad como la influenza aviar", señaló el dirigente.

En ese marco, hizo ver que en la temporada pasada la enfermedad fue contenida: "Con todo ese proceso que duró entre marzo y junio, Chile recuperó la condición de país libre en agosto del 2023", relató.

Esa acción de control, añadió, "significa que el virus no está circulando en granjas comerciales, pero eso no significa que no esté presente en aves silvestres".

Por lo mismo, advirtió que en el verano, debido a las aves migratorias que vienen desde el hemisferio norte, "sigue habiendo una presencia importante del virus, el riesgo aumenta", alertó.

Pese a lo anterior, Domínguez resaltó que "los precios de los alimentos no se vieron afectados al alza, porque afecta a uno o dos gallineros", aunque sí hubo consecuencias debido al cierre de mercados de exportación.

"Este año, la producción total de pollo cerrará prácticamente igual que la del 2022. El libre comercio además permite que los precios no se vean afectados al alza", explicó el presidente del gremio.

ORDENAMIENTO TERRITORIAL

En relación a las parcelaciones rurales, el dirigente lamentó que la falta de un buen ordenamiento territorial siga afectando negativamente a los productores agrícolas que, a pesar de cumplir con normas ambientales y de olores, se enfrentan a reclamos de vecinos que migraron de la ciudad a los sectores rurales.

A su juicio, "en Chile no existe buena normativa de ordenamiento territorial. Se ve que las casas y las parcelas de agrado se construyen en cualquier parte y muchas veces sin permiso. Se utilizan resquicios para construir parcelaciones con 70 casas en terrenos agrícolas, lo que trae problemas de convivencia".

Juan Carlos Domínguez hizo ver que "a la gente que se va a vivir ahí le molesta el ruido del tractor o que suenen los ventiladores de las hélices contra heladas en los cerezos. Se da un fenómeno muy curioso donde la gente quiere vivir en el campo, pero no asumir la realidad de la vida en el campo, que es con tractores, hélices y olores".

El presidente de Chilecarne consideró que la situación "ha empeorado, porque sigue generándose este desorden urbanístico en las zonas rurales, afectando a las áreas agrícolas".

En el caso de la producción de cerdos, explicó que el rubro lleva 10 años de trabajo con el Ministerio del Medio Ambiente para tener una normativa de olores "que no tiene otro sector productivo en Chile".  Según Domínguez, dicha regulación "es muy restrictiva, porque consideró las mayores tecnologías en el mundo, pero no las diferencias entre los sectores urbano y rural, que en otros países sí se hace".

Puso el ejemplo que la densidad de cerdos de la Región de O’Higgins, que es donde se concentran los planteles porcinos en Chile, es 1 a 10 respecto de lo existente en Holanda y Bélgica.

El titular de la Asociación de Exportadores de Carne de Chile analizó que en los citados países, pese a tener 10 veces más cerdos que el país, "ellos no tienen ningún conflicto, porque tienen ordenamiento territorial".

"Hemos avanzado mucho y como sector estamos incorporando todas las tecnologías posibles. Más del 75% de todas las granjas tienen sistemas última generación para tratamiento de olores. El gran drama es que se siguen instalando poblaciones al lado", indicó.