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El gerente de la Federación Nacional de Productores de Ganado Bovino (Fedecarne), Eduardo Winkler, explicó que pese a que los ataques de perros al ganado generan importantes pérdidas en el sector, afectando especialmente a los productores pequeños, la Ley Cholito les ha quitado herramientas para controlar el problema.
"Hay un daño importante que afecta de forma periódica a nuestros productores por ataques de perros, ya sean asilvestrados o inclusive que tienen dueño. Estos salen a recorrer alrededor de los campos y arman jaurías, generando daños por la muerte de los animales", dijo el dirigente.
De acuerdo a su relato, "las jaurías atacan y no matan un solo animal, sino que a tres, cuatro o hasta cinco terneros. En el caso de los ovinos es peor donde se ha sabido de hasta 100 animales muertos".
Según Winkler, el problema no se remite solo al ganado que es cazado, sino que también a que los canes "persiguen a los animales que se lastiman en la carrera por arrancar de estos depredadores. También hay muertes generadas estampidas de nuestros animales, que caen por quebradas de río, o tratan de cruzarlo y se ahogan".
Dicha situación no está circunscrita a un territorio en participar ya que "en todas las regiones hemos visto bastantes ataques y de forma constante", se lamentó el dirigente gremial.
Las pérdidas, añadió, son de mayor envergadura para los pequeños productores porque "proporcionalmente la muerte de uno, dos o tres animales es mucho más importante dentro de su rebaño que para un productor de mayor tamaño".
Sin embargo, la preocupación de Fedecarne es que "como productores ganaderos tenemos muy pocas herramientas para controlar esto. Hoy con la ley Cholito los perros que no estén en los hogares son responsabilidad de las municipalidades. Si los perros salen a recorrer, no solo son un riesgo para la producción, sino para la fauna nativa. Hemos visto ataques a pudúes u otros".
El problema, añadió el dirigente gremial, es que pese a que el control está radicado en los municipios, "de los más de 300 en el país, la mayoría no se hace cargo".
Winkler planteó que para hacer un control efectivo de esa población canina "quizás sería una buena alternativa que se declaren como una plaga. Estos perros sueltos por los campos no solo están atacando al ganado bovino u ovino, sino que a otros animales de fauna nativa".
El gerente de la Fedecarne también hizo ver que "se habla poco del riesgo sanitario, no solo para los animales, sino que para las personas. Porque estos perros atacan animales que pueden estar cuarentenados, con tratamiento o alguna enfermedad".
Esos perros, aseguró, se convierten en vectores porque "después arrastran parte de lo que comieron y atacaron, diseminando enfermedades".
"Aquí hay un tema de salud pública importante, hay que entender que hay enfermedades que se transmiten hacia el humano desde el ganado, a través de los perros. No es solo un tema productivo, económico y de bienestar animal, sino que es un tema de salud pública muy importante y que tenemos que enfrentar", aseguró Eduardo Winkler.
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