Ley contra el robo de madera reduce a la mitad el transporte ilegal, según balance de Corma

Los incendios forestales son uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el sector forestal en la región del Biobío. En este contexto, voceros de la Corporación de la Madera ‑Corma‑ a nivel regional han hecho un llamado a reforzar la prevención y manejo de emergencias. Además, han destacado la efectividad de la ley nacional contra el robo de madera, que ha logrado reducir significativamente la comisión de este delito en la región. Según la información proporcionada por el gremio, la implementación de esta ley ha permitido reducir a menos de la mitad la cantidad de camiones que transportan madera robada en la región. En este sentido, el sector forestal ha logrado dar un importante paso en la protección de sus recursos y la prevención de delitos forestales.

El presidente de Corma Biobío, Alejandro Casagrande, indicó que "estamos cerrando la temporada de incendios 2022-2023 con números muy rojos. Fue una muy mala temporada: Murieron 26 personas, 2.500 casas fueron destruidas y también por las miles de hectáreas afectadas, alrededor de 420 mil a 430 mil hectáreas". "Poco menos de la mitad de esas hectáreas están ubicadas en Biobío. La causa, con más de 6 mil incendios por temporada y en un escenario de cambio climático, pero con la agravante de la intencionalidad, que es de un 40% en promedio, además del 60% de la negligencia", detalló el vocero gremial.

ENTREGARON LINEAMIENTOS PARA PREVENIR INCENDIOS FORESTALES

La gerente de Corma Biobío-Ñuble, Margarita Celis, apuntó a la importancia de que "las comunidades estén mejor preparadas. Ha habido un aumento significativo de la población rural después de la pandemia. Se ha atomizado sin un ordenamiento, lo que representa la necesidad de darles a conocer los cuidados que deben tener al estar en un entorno rural cercano a bosques". "Hay que trabajar muy fuerte con los gobiernos regionales, con los alcaldes y con los municipios. El diálogo con todos los actores territoriales es clave para poder construir un verdadero plan de riesgo y mitigar y prevenir los incendios", explicó la gerente zonal.

Casagrande agregó que "podemos trabajar mucho en la prevención junto al mundo rural, pero si se considera la intencionalidad, creemos que mientras no se tome fuerza en otras líneas de prevención, es fundamental que se implementen estados de excepción preventivos". "Analizando esta temporada, de 20 incendios diarios en Biobío, después del estado de excepción se bajó a entre cinco a siete. El 2017 se decretó un estado de excepción y produjo la misma baja", recordó el timonel de la Corporación de la Madera de Biobío.

PENAS Y TRABAJO INTERSECTORIAL DISMINUYÓ EL ROBO DE MADERA

El vocero del conjunto silvícola llamó a que, a futuro, de darse las condiciones climáticas que propicien incendios forestales, se decrete un estado de excepción preventivo, "porque eso bajará la ocurrencia y podremos controlar los incendios". Los dirigentes de Corma se refirieron a su vez al robo de madera en la región: "la ley contra el robo de madera de 2022 ha permitido que las instituciones comenzaran a gestionar en buena forma el robo de madera. De 200 camiones que se movilizaban diarios con madera robada, hoy vemos valores de menos de la mitad".

"Se empezó a aplicar prisión preventiva y se detuvo a bandas dedicadas al robo de madera. Estamos esperando que se despache el reglamento. La ley trae algo nuevo, que está referido al mal uso de las guías de despacho y eso va con penas de cárcel", contó Alejandro Casagrande. El presidente de Corma Biobío dijo que "la ley permite llegar hasta el comprador y endurece las penas. Como mundo de la madera, con seis gremios, nos juntamos y generamos un proyecto de control de origen de la madera. Al implementarlo se asegura que la fuente y el destino sea lícito". Celis realzó la importancia de "rescatar al sector maderero de la inseguridad en conjunto entre el sector público y privado".