Positiva evaluación realizaron integrantes de la Junta de Vigilancia del Río Biobío

Los integrantes de la Junta de Vigilancia del Río Biobío valoraron el aporte del órgano para asegurar la operación de los sectores agrícola, turístico y de generación de energía, con un embalse Ralco prácticamente lleno de agua, gracias al diálogo y cuidado del recurso por parte de todos los usuarios durante la temporada estival en Chile. 

Los dirigentes de la Junta de Vigilancia del Río Biobío, explicaron, en la reseña del Acuerdo Operacional para una mejor gestión del agua del embalse Ralco en favor de la cuenca del Río Biobío, que en la cuenca del río Biobío se realizan distintos usos del agua, destacando el consumo humano que surte a casi un millón de personas directamente desde las fuentes superficiales, además de otros cientos de miles que se abastecen de fuentes subterráneas.

Igualmente se destacan los usos industriales y de pesca y el turismo. Especial relevancia poseen el uso agrícola, con más de 60.000 hectáreas de riego, del que depende un importante volumen de producción de alimentos, expresaron los voceros del ente coordinador de los usuarios de agua del afluente. Respecto a la producción de energía hidroeléctrica, valoraron los más de 1.500 MW, que es la base del abastecimiento energético.

ACUERDO DE ABASTECIMIENTO

Bajo el escenario descrito anteriormente, la junta tomó acciones concretas al respecto. En efecto, gracias al entendimiento de todos los actores que la conforman y que hacen uso del agua en la cuenca. Además, desde la organización de los distintos usuarios del caudal celebraron un Acuerdo de Operación que estableció restricciones a los desembalses que realiza la central hidroeléctrica Ralco de manera de mantener volúmenes de almacenamiento de agua que aseguren el abastecimiento de todos los usuarios en la época de estiaje de los ríos, se informó.

Según explicaron desde la Junta de Vigilancia del Río Biobío, el resultado del Acuerdo de Operación del embalse Ralco, de la pasada temporada 2021-2022, superó todas las expectativas de sus gestores.

En efecto, en el año hidrológico 2021 2022, que fue el segundo año más seco del que se tenga registro, este acuerdo de operación permitió mantener durante todo el verano el embalse Ralco prácticamente lleno, situación que no se apreciaba desde hace más de una década, destacaron.

La situación hidrológica local ayudó también, según advirtieron la temporada pasada desde la Junta de Vigilancia del Río Biobío, a que los niveles de agua durante el verano produjeran un importante beneficio turístico y paisajístico en la cuenca. El beneficio más relevante, fue asegurar el abastecimiento humano y la producción agrícola e industrial. Paradójicamente, nos encontrábamos en un año seco y se logró abastecer continuamente a todos los usos, se explica en la reseña del Acuerdo Operacional para una mejor gestión del agua del embalse Ralco en favor de la cuenca del Río Biobío.

INTEGRACIÓN ENERGÉTICA VIGILANCIA

De igual manera, las centrales hidroeléctricas también lograron generar energía sin las interrupciones de años anteriores, compararon los representantes de la Junta de Vigilancia del Río Biobío.

El órgano regulador del uso de las aguas del cuerpo acuífero indicó que en atención al éxito de este acuerdo de operación de 2021, la Junta de Vigilancia de la Cuenca del Río Biobío, ha promovido la suscripción de un nuevo convenio de operación con la empresa ENEL para el año hidrológico 2022-2023.

Este tipo de acuerdos concretizan el principio rector que se autoimpuso la Junta de Vigilancia en sus Estatutos: la gestión integrada del agua, que incluye la anticipación a los problemas y desafíos que presenta la sequía en pro de la seguridad hídrica de la cuenca encomendada por la ley a su cuidado, finalizaron en su alocución los representantes de la coordinadora de los usuarios del río en cuestión.