La vida de Chuck (2025): "Una meditación sobre la fragilidad de la existencia"

Ficha técnica: 

Dirección: Mike Flanagan

Guión: Mike Flanagan

Música: The Newton Brothers

País: Estados Unidos

Duración: 110 min.

Productora: Neon production

Sinopsis:

La vida de Chuck nos invita a recorrer, en orden inverso, la existencia de Charles "Chuck" Krantz, interpretador por Tom Hiddleston, un hombre aparentemente común cuya muerte coincide con el colapso del universo. La historia inicia en un presente apocalíptico: catástrofes naturales, apagones masivos y una humanidad desconcertada ante misteriosos carteles publicitarios que agradecen a Chuck por "39 años de excelente servicio". Poco a poco la narración retrocede para mostrar a Chuck en su juventud, cuando la música, los encuentros fortuitos y los gestos de bondad le dieron un sentido profundo a sus días. Finalmente, la película nos traslada a su niñez, marcada por la convivencia con sus abuelos, el descubrimiento del baile y el peso de los silencios familiares en una casa con presencias fantasmales. Así, la obra despliega un retrato vitalista y melancólico: desde la agonía y la extinción, hacia las primeras luces de la inocencia, revelando que toda vida, por modesta que sea, encierra un universo completo.

Análisis:

Dirigida por el cineasta norteamericano Mike Flanagan, quien adapta con sensibilidad el relato de Stephen King y lo convierte en una meditación sobre la finitud y la memoria. Su puesta en escena se construye en clave existencial, con un ritmo contemplativo que prioriza lo íntimo por sobre lo espectacular. La estructura inversa subraya una verdad incómoda: solo comprendemos el valor de la vida cuando la vemos desaparecer. Con una increíble cinematografía llena de contrastes entre escenarios devastados y momentos cotidianos cargados de ternura, el filme va reforzando esa oscilación entre lo grandioso y lo íntimo, recordándonos que el universo y un simple gesto humano comparten la misma gravedad emocional.

Con un guion que logra estremecer, sin mayores oscilaciones, sino que con un relato concreto y bello, La vida de Chuck es un drama cósmico y personal al mismo tiempo: un recordatorio de que vivir, incluso en los detalles más pequeños, es un acto de trascendencia. Su tono puede resultar excesivamente melancólico para algunos, pero para quienes acepten su cadencia, ofrece una de las adaptaciones más poéticas y humanistas del universo de Stephen King.

Crítica de cine por:

Leonardo A. Ramiro Reyes

Diplomado en Cine e Historia

@leoramiro