Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

Nosferatu (2024): Una pesadilla surrealista de belleza y fealdad

por Prensa La Tribuna

Lee la crítica de cine completa aquí.

Crítica de cine / La Tribuna

Ficha técnica: 

Dirección: Robert Eggers

Guión: Robert Eggers

Música: Robin Carolan

País: EE.UU. / Republica Checa

Duración: 132 min.

Sinopsis:

En 1838 el joven ayudante inmobiliario Thomas Hutter, interpretado por Nicholas Hoult, tiene que viajar hasta Transilvania para cerrar una venta con un cliente, un excéntrico conde Orlok, interpretado por Bill Skarsgård, que vive en un castillo de Los Cárpatos. Tras un complicado y siniestro viaje llega al lugar, donde las escalofriantes experiencias le hacen temer por su amada Ellen, interpretada por Lily-Rose Depp, su nostálgica esposa quien guarda una sombría y perversa relación con el conde, explorando así la desesperación, el amor y el sacrificio mientras se enfrentan al horror encarnado en este icónico vampiro.

Análisis:

El cineasta norteamericano Robert Eggers, conocido por su magistral trabajo en The Witch (2015), nos presenta una nueva versión de Nosferatu. Este remake es un homenaje no solo al clásico de Werner Herzog de 1979, sino también al icónico filme de 1922 dirigido por F. W. Murnau, una obra maestra del expresionismo alemán. Ambientada en la ciudad imaginaria de Wisborg, Eggers se adentra en el género del terror gótico con un enfoque que mezcla fidelidad y reinvención.

Eggers honra el espíritu del filme original con escenarios inquietantes, encuadres cuidadosamente simétricos y un manejo magistral del claroscuro. Sin embargo, imprime su sello distintivo mediante texturas palpables y un compromiso obsesivo con la autenticidad histórica. El diseño de producción, oscuro y atmosférico, transporta al espectador al siglo XIX, recreando un mundo opresivo lleno de claustrofobia y misterio que se siente completamente inmersivo.

En cuanto a las actuaciones, la interpretación del conde destaca como el corazón de la película. El actor logra un equilibrio perfecto entre monstruosidad y tragedia, siendo fiel tanto al legado de Nosferatu como al espíritu del Drácula de Bram Stoker (1897). Su actuación va más allá de una presencia física perturbadora, añadiendo capas emocionales que humanizan al vampiro sin restarle su naturaleza aterradora.

El guion, escrito por el propio Eggers, mantiene la estructura de las versiones anteriores pero profundiza en temas psicológicos como la melancolía, el deseo, la muerte y la soledad. Este enfoque otorga mayor complejidad a los personajes, especialmente al conde, cuya naturaleza vampírica se convierte en una metáfora de su sufrimiento existencial.

A nivel cinematográfico, Nosferatu (2024) es una obra visualmente impecable, con una estética tan cuidada como la que Eggers nos tiene acostumbrados. No obstante, aunque el filme es una celebración del legado de Nosferatu, no logra superar el lirismo y la profundidad de la versión de Herzog de 1979. La obra de Herzog no solo rindió homenaje a la original, sino que amplió su impacto emocional con una narrativa más estremecedora y poética.

En resumen, el Nosferatu de Eggers es un logro artístico digno de admiración, pero queda a la sombra de su predecesor en cuanto a innovación y profundidad emocional. Aun así, es una película que los amantes del cine de terror gótico no deberían perderse.

Crítica de cine por:

Leonardo A. Ramiro Reyes

Diplomado en Cine e Historia

@leoramiro

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto