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La Tribuna

Biobío suma más de 300 accidentes cerebrovasculares en 2025: alertan sobre síntomas clave

por María José Villagran Barra

Durante 2024 se registraron 402 casos en la zona, mientras que hasta agosto de este año se contabilizan 307. Neurólogos enfatizan la relevancia de atender a tiempo sus tres síntomas cardinales: tener un lado de la cara caído, debilidad de un brazo o pierna, y dificultad para hablar o entender.

A modo general, el 80% de los ACV son de tipo isquémico, es decir, por obstrucción de un vaso sanguíneo. / Freepik

Cada año, miles de personas en Chile sufren un accidente cerebrovascular (ACV), también conocido como ataque o infarto cerebral. Se trata de una patología que puede dejar graves secuelas neurológicas e incluso provocar la muerte si no se actúa con rapidez.

Al respecto, la neuróloga de la Clínica Universidad de los Andes, doctora Dominique Lister, explicó que "un ataque cerebrovascular o ACV es una enfermedad cerebral aguda que se produce por una interrupción brusca del flujo sanguíneo al cerebro".

Lo anterior, aseguró la especialista, "puede deberse a dos causas: que el vaso sanguíneo se tape, lo que se llama ACV isquémico o infarto cerebral, o que el vaso se rompa, lo que genera un ACV hemorrágico, comúnmente conocido como derrame cerebral".

Desde el Servicio de Salud de Biobío precisaron que durante 2024 un total de 402 personas sufrieron un accidente cerebrovascular en la provincia de Biobío. Asimismo, hasta agosto de 2025, 307 pacientes ya han sido atendidos tras haber padecido un ACV.

SÍNTOMAS COMUNES

Los síntomas de un accidente cerebrovascular aparecen de forma repentina.

"Hay tres síntomas cardinales del ACV, que son los que se presentan con mayor frecuencia. Uno es tener un lado de la cara caído, debilidad de un brazo o de alguna pierna y, como tercero, dificultad en emitir el lenguaje o entender lo que otras personas nos dicen".

Neuróloga de Clínica Universidad de los Andes, Dra. Dominique Lister.

Asimismo, añadió que la presencia de solo uno de estos tres síntomas representa, aproximadamente, el 80% de probabilidad de que efectivamente se esté tratando de un ACV.

Lister recalcó que un accidente cerebrovascular es una enfermedad tiempo-dependiente. "Por cada minuto que pasa un vaso tapado y que no le llegue oxígeno a esa parte del cerebro, se mueren dos millones de neuronas por minuto. Entonces, acá es sumamente importante el tiempo, porque mientras antes lleguemos a un servicio de urgencia y recibamos la atención correspondiente, mejor es el pronóstico de la persona y son más las probabilidades de recuperarse", explicó la neuróloga.

FACTORES DE RIESGO

El 80% de los ACV son de tipo isquémico, es decir, por obstrucción de un vaso. Asimismo, existen distintas enfermedades que se asocian a un mayor riesgo de sufrir un ACV.

"Existen factores de riesgo que son no modificables, o sea, que lamentablemente no podemos cambiar, como la edad. A medida que más edad tenemos, mayor es la probabilidad de tener un ACV", explicó la neuróloga.

La experta añadió que existen factores de riesgo que sí son modificables, como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, el sedentarismo, el tabaquismo y una dieta poco saludable.

"Las personas que son más propensas o susceptibles a tener un ACV son las personas que tienen más edad. Por otro lado, las personas que tengan alguna patología crónica como hipertensión, diabetes, colesterol alto o alguna cardiopatía coronaria o enfermedad congénita cardiológica", relató Lister.

De igual forma, la especialista detalló que se trata de una patología que afecta tanto a hombres como a mujeres por igual. Sin embargo, puntualizó que "a medida que vamos envejeciendo, la mujer aumenta un poco más su riesgo, después de pasar la menopausia. Pero la verdad es que es muy similar en incidencia entre hombres y mujeres".

SECUELAS Y REHABILITACIÓN

Las consecuencias de un accidente cerebrovascular varían según el área del cerebro afectada y la rapidez del tratamiento.

"El tamaño del ACV también es importante, porque si es un impacto grande va a tener mayores secuelas. Lo otro importante es el tratamiento que recibió. Si recibió atención de forma precoz y efectiva, tiene mejor pronóstico".

Neuróloga de Clínica Universidad de los Andes, Dra. Dominique Lister.

En este contexto, Lister enfatizó que el ACV es una enfermedad prevenible. "¿Cómo? Tratando todos estos factores de riesgo cerebrovasculares. Por ejemplo, si soy hipertenso, mantener mi presión lo más controlada posible; evitar tener una diabetes descompensada; mantener el colesterol a raya; y mantener un equilibrio de vida saludable, es decir, ser activos, realizar ejercicio y tener una dieta saludable. Si juntamos todas esas cosas, ayudamos a prevenir de forma sustancial un ACV", finalizó la experta.

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