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Ir al dentista podría convertirse en una experiencia negativa para niños, niñas y adolescentes con necesidades especiales de no existir una debida preparación, sumándose a ello, la necesidad de adaptarse a la atención de pacientes con necesidades especiales, particularmente aquellos catalogados como Naneas.
Diario La Tribuna conversó con la odontopediatra Claudia Zapata, quien entregó las claves para garantizar una buena atención dental y cómo la prevención puede ayudar a evitar temor o fobias. Destacó la importancia de un enfoque integral, centrado en la prevención para mitigar el miedo asociado a las visitas al dentista.
También se conoce bajo las siglas Naneas y refiere a "todos aquellos niños que tienen o están en riesgo de presentar una enfermedad crónica de tipo físico, del desarrollo, conductual o emocional, y que, además, requieren mayor utilización de los servicios de salud que el general de los niños" dice la definición establecida en Estados Unidos el año 1998.
La Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), en 2008, "decidió utilizar este término en reemplazo de enfermedades crónicas de la infancia, para enfatizar su cuidado integral, centrado en la familia y a cargo de un equipo multidisciplinario" indica el documento de la misma institución.
Comprende a un grupo con problemas de salud heterogéneos y de complejidad variable, "dada la amplitud del concepto podríamos considerar como Naneas a aquellos con condiciones tan distintas como parálisis cerebral o trastorno de déficit atencional, cuyas necesidades de cuidados y limitaciones funcionales pueden variar en forma significativa" puntualiza la web.
Claudia Zapata, odontopediatra de la Clínica Adventista y Clínica Dental CIMA, explicó cómo adecúa este término a sus pautas y protocolo de atención dental como profesional. Ejemplificó que, en el caso de los niños y adolescentes TEA o cualquier paciente que tenga alguna condición de medicina general, cardiacos, entre otros, "requieren de un cuidado especial. Es por ello, que la fase de prevención tiene que ser cada tres meses. Para eso es importante tener los cuidados necesarios, comprender las medidas de higiene que tiene el paciente y realizar tratamientos específicos de prevención en ese periodo de tiempo. Es decir, aplicaciones tópicas de flúor, higienizaciones y mucha educación frente al manejo del cepillo de dientes y cómo reforzar".
Cuenta que uno de los objetivos, es que el paciente se adapte a una odontología amigable, y que, desde la primera sesión, se trata de que el niño explore y descubra por sí mismo y de forma amistosa estos tratamientos.
Cuenta la especialista, que la boca es uno de los órganos con que el bebé conoce el mundo: "Es por eso por lo que uno los ve meterse las manos a la boca o juguetes, porque es un lugar de mucha sensibilidad. Culturalmente la boca tiene mucho significado, la sonrisa, la mímica facial, las expresiones, el tono de voz, la boca está llena de conceptos súper importantes para nuestro cerebro".
Sobre lo mismo, recalca que es importante cuidar la higiene bucal, "porque si no hay un desmedro de la autoestima y de nuestro desarrollo. Incluso cuando hay niños que pierden dientes a muy temprana edad, estamos desfavoreciendo el proceso de masticación. (...) Por eso es que es muy importante ir desde temprana edad al dentista". Cuenta, además, que la edad ideal para comenzar con estas visitas es a los seis meses, antes de que aparezcan los dientes. Incluso, que la madre debería ir al dentista durante su prenatal.
"Nosotros hablamos del prenatal odontológico, pues en ese periodo ya deberían visitar al odontopediatra, para poder guiarlas en este proceso del cuidado de la salud bucodental del bebé, después del niño y luego del preadolescente" especificó Zapata.
Es por ello, que cuando se encuentran con algún paciente que tenga una condición que dificulte la higiene, requiere incluso de mayor atención y prevención: "Con niños que directamente no se quieran lavar los dientes o que requieran de un esfuerzo mayor o que tengan alguna necesidad especial" recomendó Claudia Zapata, odontopediatra de la Clínica Adventista y Clínica Dental CIMA.
Zapata reveló que una de las claves para quitar el estigma y el temor de parte de los más pequeños de ir al dentista es llevarlos a consulta desde temprana edad: "Muchos adultos tienen miedo de ir al dentista por los traumas y experiencias previas en su niñez". Claudia dice que está acostumbrada a trabajar con todo tipo de pacientes, entre ellos niños pequeños, niños NEE, pacientes neurodivergentes y adultos que tienen pánico de ir al dentista y que estas malas experiencias, no los dejan atenderse de manera racional.
"Es un miedo que supera lo racional y se transforma en una fobia. La mejor solución para esto es la prevención, el asistir preventivamente al dentista es mucho más barato para nuestra economía y es mucho menos doloroso para el paciente"
Añadió que parte del trabajo de los odontopediatras y que colabora con el paciente de manera integral, es que los tratamientos y/o procedimientos que realizan, son poco invasivos: "Ya se dejó de lado la odontología antigua, muchas veces ni siquiera usamos anestesia. Se hacen restauraciones y se ocupan materiales basados en la evidencia científica y se habla de ‘odontología mínimamente invasiva’, porque uno quiere hacer el mínimo daño en la boca y obtener mayores logros".
La odontopediatra Claudia Zapata concluyó la entrevista comentando acerca del material que difunde en redes sociales, donde insta a los padres, en este inicio de un nuevo año escolar, a llevar a sus hijos al dentista antes de que comiencen las enfermedades virales, tareas y todo lo que conlleva el colegio para que "los niños no lo estén pasando mal ya en periodo escolar".
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