Tres precauciones a considerar para no llegar a urgencias en verano

La época de verano es uno de los periodos más esperados por las personas. Llegan las vacaciones, viajes y paseos familiares, por lo que el riesgo a sufrir algún tipo de accidente aumenta. Y esto se da porque muchas veces se realizan actividades nuevas o se visitan lugares nuevos, lo que podría derivar en algún tipo de lesión a nivel óseo o dermatológico. 

Una de las lesiones más comunes en este periodo del año sin duda que son las quemaduras por la exposición al sol. Dolor, ardor y enrojecimiento son algunos de los síntomas que las personas sienten al momento de sufrir una quemadura producto de la fuerte radiación. 

El Urgenciólogo y académico del Programa de Medicina de Urgencia de la Universidad San Sebastián, Ramón Meneses, entregó distintas recomendaciones para evitar las quemaduras solares, ya que éstas podrían derivar en algo mucho más grave. 

“Lo que más hay que hacer durante el verano es prevenir las quemaduras solares. El hecho de aplicarse protector solar, mantenerse hidratado, no exponerse al sol idealmente entre las 11:00 y las 18:00 horas, es lo que más beneficia. Hay que considerar que el “broceado”, que uno lo ve como tan lindo es una injuria hacia la piel y de alguna manera puede traer consecuencias”, señala el Urgenciólogo Ramón Meneses.

En esa línea, el Urgenciólogo reconoce a 3 grupos de personas que se encuentran más propensos a sufrir algún tipo de enfermedad producto del intenso calor que se ha sentido en varias zonas del país.

“Los adultos mayores tienden a tener una alteración de la capacidad del termostato y, por lo tanto, tienen una mayor posibilidad de sufrir un shock de calor o padecer una enfermedad por calor en este contexto. También la gente que hace deportes y los niños”, afirmó el también académico de la Facultad de Medicina y Ciencia de la USS.

El Hanta y el Covid-19 siguen presentes durante el verano

A pesar de que la pandemia de Covid-19 mantiene menos restricciones, lo cierto es que el virus sigue estando presente y las precauciones durante el verano se deben mantener. Incluso, el llamado que realiza el especialista es a seguir confiando en la vacuna.

“Los pacientes graves que están llegando por Covid-19 son muy pocos y corresponde a pacientes que no están vacunados. Así que la recomendación es la vacuna. Yo sé que hay muchas voces que dicen que las vacunas tienen riesgos, pero el riesgo de contraer el virus es mucho más alto”. Actualmente, en Chile se registran 6.000 casos activos y una positividad del 12,03%.

Otro tema que no deja de ser importante es el virus Hanta. Esta enfermedad suele contagiarse a través de las vías respiratorias al momento de que las personas se exponen ante secreciones de un ratón contagiado. Durante el 2022, el MINSAL informó que 27 personas se contagiaron de Hanta, de los cuales siete perdieron la vida.

“El cuadro de Hanta es severo en muy poco tiempo. Lo que las personas deben hacer es evitar estar en lugares que han estado mucho tiempo cerrados, se debe limpiar, abrir las ventanas, tratar de no mantener contacto con lugares que han estado en contacto con fecas de ratón”, recomienda el médico.

A la fecha no existe algún tratamiento que ayude a combatir el virus Hanta, salvo la pronta y rápida detección de la enfermedad. De lo contrario, en la mayoría de los casos suelen culminar con la muerte de los pacientes. 

¿Qué precauciones hay que considerar a la hora de ingerir alimentos?

Una de las cosas más importantes para considerar es la buena manipulación de alimentos. Si las personas lo hacen de mala manera se podría desencadenar una de las emergencias más comunes; las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA). 

 “Uno de los factores más preponderantes es el aumento de las temperaturas asociado a malas prácticas de manipulación,  por ejemplo los viajes largos y las salidas de picnic donde se mantienen alimentos cocidos como por ejemplo pollo y huevos a altas temperaturas favoreciendo la multiplicación de baterías patógenas cuando la forma correcta es que deben almacenarse a temperaturas de refrigeración (0-5°C)”, indica Camila Garrote, nutricionista y académica de la Carrera de Nutrición y Dietética de la USS.

Además, la docente agrega que “también aumenta el consumo de frutas y verduras en esta época del año la cuales, si no han sido lavadas y desinfectadas de forma adecuada, aumentan el riesgo de padecer una ETA”.

Según datos de la OMS, al año se registran 600 millones de casos de personas afectadas por Enfermedades Transmitidas por Alimentos, las que podrían derivar en distintos padecimientos.

“En general las Enfermedades transmitidas pueden llevar a síntomas como diarrea y vómitos, así como también en algunos casos fiebre, malestar general y deshidratación.

Es por ello que se deben reforzar las medidas de higiene teniendo en consideración las 5 claves de la Inocuidad alimentaria recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS); lavarse las manos con agua y jabón y desinfectar superficies, separar los alimentos crudos de los cocinados, cocinar completamente los alimentos (70 ° C), usar agua potable y alimentos comprados en lugares autorizados y también mantener los alimentos a temperaturas seguras, es decir, refrigerados”.

Cabe recordar que, en nuestro país, existe una vigilancia epidemiológica permanente y universal de los brotes de ETA, la cual está establecida por el Decreto Supremo N°158/04, el cual trata el “Reglamento sobre notificación de enfermedades transmisibles de declaración obligatoria”.