El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió su alerta máxima recomendando a sus ciudadanos y residentes legales evitar completamente los viajes a Venezuela y abandonar el país lo antes posible.
Esta actualización de la Alerta Nivel 4 ocurre en medio de crecientes tensiones diplomáticas entre ambos países y advierte sobre un escenario marcado por peligros graves para cualquier estadounidense en territorio venezolano.
La entidad estadounidense subrayó que hay un "alto riesgo de detención injusta, tortura, terrorismo, secuestro y aplicación arbitraria de las leyes locales, además de delincuencia, disturbios civiles y pobre infraestructura sanitaria" en Venezuela.
El mensaje insta de manera contundente: "No viaje ni permanezca en Venezuela".
"No viajar por ningún motivo"
La recomendación para salir del territorio venezolano es enfática y urgente, dirigida a todos los ciudadanos norteamericanos y residentes legales permanentes en Venezuela. El Departamento de Estado hizo hincapié en que la situación política y social en Venezuela eleva el nivel de riesgo, especialmente tras recientes tensiones relacionadas con los gobiernos de Donald Trump y Nicolás Maduro.
El gobierno estadounidense advirtió que, debido a la crisis en Venezuela, no puede garantizar asistencia consular ni contacto directo en caso de emergencia. Las limitaciones de infraestructura dificultan cualquier intento de comunicación con personas detenidas, y la situación se complica porque, según la advertencia, "los ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela no pueden comunicarse libremente con sus familiares ni acceder a abogados independientes".
Tanto exdetenidos como organizaciones independientes de derechos humanos señalaron que quienes han estado bajo custodia han sufrido tortura y castigos crueles, inhumanos o degradantes. Entre los métodos denunciados figuran golpizas severas, inmovilización prolongada mediante posturas de estrés y simulacros de ahogamiento.
Factores de riesgo señalados
Contexto de tensiones bilaterales
La alerta se produce en un contexto de relaciones complejas entre Washington y Caracas que han escalado en los últimos años. Los conflictos entre los gobiernos de ambos países han sido motivo de preocupación recurrente, especialmente considerando la seguridad de ciudadanos extranjeros dentro de territorio venezolano.
El Departamento de Estado recalcó que la decisión responde a "las últimas situaciones entre los líderes de ambos países y las consecuencias directas sobre la protección de ciudadanos estadounidenses". La dificultad para garantizar la seguridad, más la falta de acceso consular, incrementan la peligrosidad para quienes permanezcan en el país sudamericano.
