El gobernador regional del Ñuble, Óscar Crisóstomo, se refirió a la situación que viven las familias de Santa Lucía Bajo, sector rural dividido por el río Cholguán, con viviendas tanto en la ribera norte —perteneciente a Yungay— como en la ribera sur, correspondiente a la comuna de Tucapel, cuya pasarela peatonal fue destruida por la crecida del caudal en el invierno de 2023.
Su declaración, emitida en el contexto de las gestiones municipales por reponer la estructura, reabrió el debate sobre las limitaciones administrativas que enfrenta el proyecto por encontrarse en el límite entre las regiones del Biobío y Ñuble.
"NORMATIVA NOS IMPIDE LLEVAR ADELANTE UN PROYECTO"
En respuesta a la información entregada por el alcalde de Yungay, Rafael Cifuentes, quien había señalado que existían fondos comprometidos desde el GORE Ñuble para financiar la obra, e incluso después de que Secplan proyectara que la reposición podría concretarse recién en 2027, Crisóstomo aclaró que la situación se complejiza debido a la jurisdicción territorial.
"Pero al tratarse de un territorio que está fuera de la región de Ñuble, la normativa nos ha impedido llevar adelante un proyecto, aun cuando existía la voluntad de todos nosotros de poder realizarlo", señaló el gobernador.
LLAMADO A COORDINACIÓN ENTRE EL ESTADO Y EL CONGRESO
Crisóstomo añadió que esta situación evidencia la necesidad de una mayor coordinación entre los distintos niveles del Estado para abordar casos que, como el de Santa Lucía Bajo, trascienden los límites administrativos.
La declaración del gobernador deja en incógnita el futuro del proyecto, que se mantiene en revisión técnica por parte de la Municipalidad de Yungay y cuya ejecución dependerá de nuevas gestiones administrativas y de la definición de competencias entre ambas regiones.