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La Tribuna

Dos años sin pasarela: vecinos de Santa Lucía Bajo en Tucapel esperan respuesta del Estado

por Nicolás Maureira

Tras la emergencia que afectó a una vecina de 89 años, que debió cruzar en precarias condiciones el río Cholguán para ser trasladada de urgencia al otro lado hacia el Hospital de Yungay, se reactivó el debate sobre la falta de conectividad en el límite entre Biobío y Ñuble, donde las demoras técnicas y legales mantienen pendiente la construcción del nuevo enlace peatonal.

Berta Saldía fue trasladada en camilla sobre un carrito artesanal, tras sufrir una caída en su vivienda al sur del río Cholguán. / Capturas

El domingo 26 de octubre, la vida cotidiana de Berta Saldía, una residente de 89 años de Santa Lucía Bajo, localidad ubicada al norte de la comuna de Tucapel, en la ribera sur del río Cholguán, se vio interrumpida por un accidente doméstico. Una caída dentro de su hogar, tras enredarse con una alfombra, le provocó una fractura leve en la cadera. El hecho, que obligó a su traslado de emergencia, puso en evidencia la compleja situación de aislamiento que enfrentan ella y al menos otras cinco familias del sector, en gran parte adultos mayores.

La evacuación de Berta, que debió ser movilizada en camilla desde su casa hasta la ribera del río para luego ser cruzada en un carrito artesanal construido por los propios vecinos, fue grabada por residentes del sector. Este rudimentario medio, de tracción manual y limitado a dos personas por viaje, permitió su traslado en precarias condiciones al otro lado del río, desde donde finalmente fue derivada al Hospital de Yungay. El video, difundido por su nieta Paulina Fuentealba a través de redes sociales, se hizo viral y resonó en canales nacionales.

No obstante, mientras la visibilidad del problema escalaba, la reposición definitiva de la pasarela —arrastrada por el río durante el invierno de 2023— enfrenta a una maraña de exigencias técnicas y una burocracia que, según ha manifestado el director de la Secretaría de Planificación Comunal (Secplan) de Yungay, Nelson Burgos, podría extender su concreción hasta 2026 o incluso 2027.

LA FRAGILIDAD DEL AISLAMIENTO

El traslado de Berta Saldía desde el lado sur del río Cholguán fue una carrera contra el tiempo y el riesgo. Afortunadamente, ese día había más familiares de visita que llamaron a una ambulancia, que llegó hasta la ribera norte del río, luego de un trayecto de unos 40 minutos desde Yungay,

Los paramédicos cruzaron en el carrito artesanal para llegar hasta la vivienda de la adulta mayor —una de las primeras del sector, aunque igualmente distante del cruce—. Tras estabilizarla, la trasladaron en camilla hasta la orilla para realizar el cruce de regreso hacia el lado norte.

Paulina Fuentealba, nieta de Berta, relató que el operativo —cuyo cruce revistió un alto riesgo— duró, en total, alrededor de dos horas y media desde el llamado hasta su llegada al Hospital de Yungay.

"La evacuación se realizó en un carrito pesado, sin condiciones de seguridad adecuadas, y dependió de la ayuda de otras personas para ser tirado de extremo a extremo", explicó.

Paulina Fuentealba.

Agregó que si la emergencia hubiese ocurrido en invierno, de noche o se hubiera utilizado uno de los carros artesanales previamente instalados —que no permitían recostar la camilla—, "hubiese sido extremadamente peligroso".

En el Hospital de Yungay, Berta permaneció cerca de dos horas y media antes de ser derivada a Chillán, donde fue diagnosticada con una fractura en la cadera y sometida a una intervención quirúrgica. Actualmente se recupera en Yungay, ya que el retorno a su vivienda en el sector rural de Santa Lucía Bajo resulta "muy engorroso" debido a sus condiciones de salud y a la necesidad de continuar con rehabilitación y curaciones.

Así lucía la pasarela de Santa Lucía Bajo antes de su colapso durante el desborde del río Cholguán en el invierno de 2023. / Cedida
Así lucía la pasarela de Santa Lucía Bajo antes de su colapso durante el desborde del río Cholguán en el invierno de 2023. Cedida

POR QUÉ SE NECESITA CRUZAR

Santa Lucía Bajo, en la comuna de Tucapel, se encuentra en el extremo norte de la Hacienda Rucamanqui, emplazada entre el río Cholguán y un cordón montañoso de la Cordillera de los Andes. Según explicó Paulina Fuentealba, no existe un camino que conecte directamente Huépil —capital comunal de Tucapel— con el sector al sur del río, por lo que los vecinos deben cruzar mediante el carrito artesanal para llegar a Yungay, en la región de Ñuble, la localidad más cercana con servicios básicos y atención de salud.

Esta particularidad geográfica explica por qué, aunque las seis familias del sector habitan en territorio de Tucapel —en la ribera sur—, siempre han estado ligadas a Yungay. Al no existir conexión directa por el lado sur, históricamente los vecinos han realizado allí sus trámites, votaciones y atenciones médicas.

El aislamiento del sector comenzó en el invierno de 2023, cuando el caudal del río Cholguán arrasó con la pasarela peatonal durante un fuerte desborde. Ante la pérdida del único acceso, los vecinos improvisaron una tirolesa con los restos de la estructura, que con el tiempo dio origen al actual carrito artesanal, su única vía de conexión con el resto del territorio.

Debido a la imposibilidad de cruzar el río, en distintas ocasiones ha sido necesario recurrir a operativos especiales de emergencia, como el realizado en 2024, cuando un helicóptero del Destacamento de Montaña Nº17 "Los Ángeles", junto con Carabineros, trasladó alimentos, medicamentos e insumos básicos para las familias del sector.

LO QUE PIDE LA COMUNIDAD

La nieta de la afectada señaló que el motivo de dar visibilidad al accidente fue "tener conciencia de que en estos casos de emergencia es necesario y urgente la creación de un buen proyecto de pasarela o puente".

Además, la comunidad teme que las demoras burocráticas condenen a los residentes, todos adultos mayores.

"Al final, como avanzan los años, la gente del sector se vuelve más vieja y tiene más problemas para salir del sector", indicó.

Paulina Fuentealba.

Fuentealba apeló a las autoridades a que si inician un proyecto "lo finalicen y no sea en un tiempo tan prolongado".

El carrito artesanal funciona mediante tracción manual y solo permite el cruce de hasta dos personas por viaje, sin medidas de seguridad adecuadas. / Cedida
El carrito artesanal funciona mediante tracción manual y solo permite el cruce de hasta dos personas por viaje, sin medidas de seguridad adecuadas. Cedida

CONTEXTO DEL PROYECTO Y LA MARAÑA BUROCRÁTICA

La búsqueda por una solución definitiva para restablecer la pasarela —gestionada principalmente por la Municipalidad de Yungay, debido a su cercanía con los servicios— se ha visto entrampada en sucesivas reevaluaciones técnicas.

Según explicó el alcalde Rafael Cifuentes durante el Concejo Ordinario N°34 del 4 de noviembre de 2025, en un inicio el municipio solicitó redirigir $120 millones de fondos regionales, originalmente destinados a la compra de áridos para emergencias, para financiar la obra. Tras una revisión, el costo estimado aumentó a $160 millones, monto que se logró completar, por lo que fue licitado y adjudicado en 2024. Sin embargo, la empresa contratista incumplió los plazos, motivo por el cual el contrato fue caducado en octubre de ese año, lo que dejó $117 millones disponibles.

Una nueva evaluación, encargada posteriormente a una consultora, elevó el presupuesto a más de $300 millones. El alcalde Cifuentes reconoció que, aunque "los fondos están comprometidos para hacerla", la realidad es que "la burocracia es tan larga y las medidas técnicas son tan engorrosas que hay que ir cumpliendo paso a paso".

ESPERA HASTA 2027

El director de la Secplan de Yungay, Nelson Burgos, explicó que la iniciativa fue concebida originalmente bajo un contexto de emergencia, por lo que "se obviaron ciertas autorizaciones". En la nueva etapa, sin embargo, es obligatorio contar con los vistos buenos de la Dirección General de Aguas (DGA) y de la Dirección de Vialidad, procesos que el municipio mantiene en trámite.

A estos requerimientos se sumó un cambio físico en el entorno. En 2025, la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Biobío realizó trabajos en el río Cholguán que generaron una "diferencia geométrica en el cauce" y obligaron a la municipalidad a encargar nuevos estudios de suelo e ingeniería y a modificar la materialidad y el diseño estructural iniciales.

El alcalde Rafael Cifuentes contó que, en su momento, las autoridades exigieron que el camino o servidumbre que conecta con la pasarela fuera fiscal o municipal, terreno que pertenece a la junta de vecinos del sector. Sin embargo, según informó la DGA al equipo de Secplan, la obra puede ejecutarse igualmente, sin requerir que la servidumbre esté inscrita a nombre del municipio.

Durante la sesión, se aseguró que el Gobierno Regional de Ñuble mantiene recursos comprometidos para la reposición de la pasarela. Sin embargo, pese a ese escenario, Nelson Burgos reconoció que los plazos se extenderán más de lo previsto.

"Por eso, cuando nosotros hablamos de que esto va a ser el 2026 o 2027, es real. Nosotros no queremos mentir aquí: son los procesos que deben seguir la pasarela", advirtió.

Nelson Burgos.

Indicó que el rediseño aún no está concluido y que "durante el primer semestre de 2026 los vecinos seguirán en las mismas condiciones". La aprobación técnica se proyecta para ese mismo semestre, mientras que la licitación y construcción podrían iniciarse tras el invierno de 2026.

El apoyo de Tucapel a las familias aisladas

Aunque el sector Santa Lucía Bajo mantiene un lazo cotidiano con Yungay, la parte al sur del río Cholguán pertenece administrativamente a Tucapel, cuyo municipio ha entregado apoyo directo a las familias mientras esperan la reposición de la pasarela.

Según Juan Carlos Escobar, encargado de la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres de Tucapel, se han otorgado dos subvenciones al Comité de Adelanto Villagrán—por $1 millón en 2024 y $1,2 millones en 2025— destinadas a mejorar el carrito artesanal y los caminos interiores del sector. Escobar recalcó que se trata de acciones provisorias, en tanto la solución definitiva "está en manos de la Municipalidad de Yungay".

Además, el municipio coordinó con la DOH el uso de maquinaria pesada durante el verano de 2025 para encauzar el río Cholguán en un tramo de dos kilómetros. La intervención, según Escobar, dio "buenos resultados, ya que se pudo contener la crecida del río en el tiempo de invierno".

Gobernador del Ñuble reabre el debate

Si bien el alcalde Rafael Cifuentes había informado que existían fondos comprometidos por el GORE Ñuble para financiar la reposición de la pasarela, el gobernador Óscar Crisóstomo aclaró que la situación se complejiza por la división administrativa entre ambas regiones.

"Al tratarse de un territorio que está fuera de la región de Ñuble, la normativa nos ha impedido llevar adelante un proyecto, aun cuando existía la voluntad de todos nosotros de poder realizarlo", señaló.

Óscar Crisóstomo.

La declaración del gobernador deja en incógnita el futuro del proyecto, cuyo avance dependerá ahora de nuevas gestiones administrativas y de la definición de competencias entre ambas regiones.

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