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El objetivo de esta ley es proteger especialmente a niños, niñas y adolescentes del consumo de estos productos, que —aunque muchas veces se publicitan como "más seguros" que el tabaco convencional— también contienen sustancias tóxicas y potencialmente cancerígenas.
La prohibición de venta a menores de 18 años, sin importar si los productos contienen o no nicotina.
Restricción total a la publicidad de estos dispositivos en medios masivos, salvo en radio entre las 20:00 y 06:00 horas, con una advertencia sanitaria auditiva obligatoria.
Limitación del alcance de la publicidad física, que deberá ubicarse únicamente al interior de los puntos de venta, sin ser visible desde el exterior, y nunca a menos de 400 metros de colegios o centros de salud.
Toda publicidad o envase deberá incluir advertencias sanitarias claras, ocupando al menos el 50% del espacio en el caso de impresos.
La Seremi de Salud será la entidad encargada de fiscalizar el cumplimiento de la normativa, y podrá aplicar multas, sumarios sanitarios, decomisos e incluso la clausura de locales comerciales que infrinjan la ley.
La ley fue impulsada desde el año 2019 y, tras su aprobación en octubre de 2023, fue publicada en el Diario Oficial en febrero de este año.
Su entrada en vigencia marca un importante precedente en la regulación de estos productos que han ganado gran popularidad especialmente entre adolescentes, en gran parte por su fácil acceso y amplia oferta de sabores atractivos.
Desde el Ministerio de Salud insisten en que no existen evidencias sólidas que demuestren que estos productos sean efectivos para dejar de fumar, por lo que recomiendan evitar su uso.
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