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La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, sostuvo que desea conversar con Maduro sobre "promesas que no deben ser olvidadas", tras la apertura de una línea de cooperación entre el Gobierno venezolano y el organismo de Bachelet a partir de 2019 y que ha permitido el establecimiento de una oficina de derechos humanos de la ONU en el país.
En una rueda de prensa en la que realizó un balance de su mandato de cuatro años, que concluye el próximo 31 de agosto, Bachelet pidió que se reasuma el diálogo entre el gobierno y la oposición, y destacó la importancia de una transición política en Venezuela.
En la instancia, la alta comisionada explicó que se creó un clima de colaboración no solo con las autoridades, sino con las organizaciones de la sociedad civil, frente a la situación previa "en la que no había nada, mientras que hoy tenemos 16 empleados allí".
Vale destacar que los representantes de la oficina de Bachelet en Caracas trabajan con víctimas de violaciones de derechos humanos y han podido visitar cárceles donde se encuentran prisioneros políticos, aunque las visitas se suspendieron. La razón aducida fue la pandemia de covid-19.
"Espero que esto cambie en el futuro cercano y que pronto tengamos también acceso a los audiencias judiciales", agregó.
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