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De acuerdo con los antecedentes recabados por Carabineros que acudieron al lugar, el imputado habría empujado a la víctima durante un ataque de ira, tras una discusión entre ambos.
En ese contexto, le arrebató su teléfono celular y lo arrojó al suelo, provocando que quedara completamente destruido.
Posteriormente, el agresor la arrastró por el suelo, causándole lesiones leves en una rodilla, las cuales fueron constatadas en un centro de salud local, donde se verificó un sangrado activo producto del golpe.
El hombre fue detenido en flagrancia al día siguiente y puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Los Ángeles, donde se declaró la detención ajustada a derecho.
El tribunal impuso como medida cautelar la prohibición de acercarse a la víctima, su domicilio o cualquier lugar que frecuente, además de impedir cualquier tipo de comunicación, incluso por medios tecnológicos.
La defensa del imputado presentó un recurso de reposición contra la resolución judicial, pero este fue rechazado por el tribunal.
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