Hace cerca de un mes, una llamada telefónica cambió para siempre la vida de Ilse Concha.
La suegra de su hijo, César Acuña, le preguntaba si él y su novia estaban en su casa. La respuesta fue no, lo que le llevó a presentar una denuncia por presunta desgracia y una búsqueda desesperada que involucra a la Fiscalía y la Policía de Investigaciones (PDI).
La búsqueda tiene lugar en paralelo a su lucha diaria contra un cáncer de útero diagnosticado hace aproximadamente un año. Ello tiene a la madre angelina de 49 años en una profunda incertidumbre.
La última vez que Ilse vio a César fue cuando abandonó su domicilio en Los Ángeles. Vestía una casaca azul, jeans rajados y un bolso deportivo Adidas color naranjo con detalles calipsos.
LOS ÚLTIMOS RASTROS
Ilse recuerda que César llegó un día a su casa acompañado de su pareja con intenciones de quedarse por unos días, pero la madre no aceptó que vivieran allí.
La razón, explica, tiene que ver con las dificultades que enfrentaba por su enfermedad, por tener que cuidar a su otra hija de 14 años y por ser el único sostén de su hogar, con los ingresos que obtiene vendiendo ropa en la feria.
"Yo les dije que no podían estar conmigo. Yo no los eché, ya que ellos no vivían aquí", aclara.
Tras esa situación, presuntamente la pareja de César planteó que podían quedarse junto a sus padres en la comuna de Nacimiento, y emprendieron rumbo hasta ese domicilio.
Desde entonces, el contacto con César se cortó por completo. La madre no volvió a saber de él, ni por llamadas ni visitas.
Poco después, vino la llamada que desencadenó todo.
La suegra de César se comunicó con Ilse para preguntarle si ambos se encontraban en su casa. "Me dijo: 'Quisiera saber si mi hija está allá con César'. Yo le respondí que no, que ellos estaban allá con ella. Ahí me di cuenta de que algo no estaba bien".
Ilse intentó contactarse con César y con su novia, pero no hubo respuesta. Para la madre, el rastro de ambos se perdió completamente tras haberse ido de su casa.
LA BÚSQUEDA DE CÉSAR
Desde ese momento, Ilse emprendió una búsqueda solitaria.
Según su testimonio, ha recorrido comisarías, hospitales, cárceles y casas de amigos con la esperanza de obtener alguna pista. Sin embargo, todo ha sido en vano. "Lo he buscado por todos lados y no he podido saber nada sobre él", revela con profunda tristeza.
Ilse asegura que esto marcó completamente su vida y confiesa estar desesperada y angustiada por el paradero de su hijo.
El caso fue asumido por la Fiscalía, que encomendó la investigación a la PDI de Los Ángeles. Según relata Ilse, ambas entidades le han informado que las diligencias se centran en la comuna de Nacimiento, donde César habría sido visto por última vez, y de ahí se ampliarán hasta Los Ángeles y el resto de la provincia, en caso de ser necesario.
UNA MADRE CON LA ESPERANZA INTACTA
La enfermedad y la ausencia de redes de apoyo han hecho aún más duro este proceso. "Estoy sola como mamá. No tengo a nadie que me ayude", afirma.
Solo cuenta con su hija menor, quien también está preocupada por la desaparición de su hermano. "Ella también está afectada, después de todo, es su hermano".
Durante estos días, la angustia de esta madre se ha hecho sentir, pero ella aún sigue a la espera de que lleguen buenas noticias. "Yo lo único que quiero es saber que mi hijo está vivo. Nada más. No quiero nada más".
Mientras las autoridades continúan con las diligencias, Ilse enfrenta el paso de los días. Actualmente, las disputas y diferencias que tuvo con su hijo parecen haber quedado en el pasado, ahogadas por un profundo deseo de volver a verlo.
Pero no pierde la esperanza. Entre lágrimas y fe, se aferra al día en que pueda reencontrarse con su hijo.