El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de La Serena dictó veredicto condenatorio contra Francisco Novoa, de 40 años, autor del brutal asesinato de Camila Rojas, joven madre de 29 años, ocurrido el 3 de julio de 2024 en su domicilio del sector Alfalfares, en La Serena, región de Coquimbo.
Novoa fue declarado culpable de homicidio calificado consumado por la muerte de Camila y de homicidio calificado frustrado por las graves lesiones que provocó a la hija de la víctima, una niña de solo cinco años que también fue atacada mientras dormía.
La audiencia de lectura de sentencia quedó fijada para el próximo 29 de julio a las 14:00 horas. En esa instancia, se conocerá si el tribunal acoge la petición del Ministerio Público, que solicita presidio perpetuo calificado: una condena que implica al menos 40 años de prisión antes de acceder a beneficios.
Fiscalía destaca pruebas clave en el juicio
Durante el proceso, el fiscal Eduardo Yañez, de la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos, subrayó la importancia de las pruebas testimoniales para acreditar los hechos. "Fue clave la declaración de la pareja de Camila, quien incorporó información muy sensible, incluyendo el relato de las dos menores que se encontraban en la cabaña al momento del ataque", señaló.
Además, destacó la intervención de una doctora y una perito, quienes detallaron las múltiples lesiones sufridas por Camila y su hija, respectivamente. "El trabajo de la Brigada de Homicidios de la PDI también fue fundamental, y su labor fue ratificada por tres oficiales que defendieron el procedimiento", agregó Yañez.
El horror detrás del crimen
Según la investigación, Francisco Novoa ingresó a la vivienda de su vecina bajo los efectos de las drogas y la atacó con extrema violencia, propinándole 97 puñaladas mientras ella dormía junto a su hija. En su declaración, el condenado admitió haber cometido el crimen e indicó que escuchó una voz que le ordenó "atácala".
El ataque dejó gravemente herida a la niña, quien logró sobrevivir gracias a la defensa ejercida por su madre. Novoa fue entregado por sus cercanos a las autoridades tras afirmar que "sabía que había hecho algo, pero no sabía a quién".
