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Según registros de las cámaras de seguridad del domicilio familiar, los padres se encontraban sentados en el patio conversando mientras el pequeño jugaba cerca.
En un descuido, el niño tomó una pistola que estaba sobre la mesa, la manipuló por unos segundos y disparó en dirección a su madre.
El disparo impactó a la mujer, quien intentó ponerse de pie y correr, pero cayó a los pocos metros. Aunque fue trasladada de urgencia a un centro asistencial, falleció horas más tarde producto de la herida.
El arma involucrada estaba debidamente inscrita a nombre del padre, quien ahora podría enfrentar cargos por homicidio culposo, es decir, por negligencia que terminó en muerte.
El niño, en tanto, recibirá apoyo psicológico tras haber estado directamente involucrado en este hecho traumático.
Este caso ha generado una fuerte discusión en Brasil respecto a la responsabilidad en el almacenamiento seguro de armas de fuego, especialmente cuando hay niños en el hogar.
La facilidad con la que el menor accedió al arma y la falta de supervisión directa serán elementos claves en la investigación judicial.
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