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De acuerdo con la cadena pública australiana ABC, el imputado habría instalado una cámara oculta con forma de lápiz en un baño común del inmueble, la cual fue descubierta por trabajadores de limpieza, quienes al revisar la tarjeta de almacenamiento encontraron imágenes de sí mismos y de una mujer mientras se duchaba.
Uno de los afectados entregó el dispositivo a la policía, y tras una revisión técnica, se encontró un video en que se aprecia a Cancino instalando el artefacto.
Posteriormente, las autoridades incautaron su computador personal, donde se halló una carpeta con diversos registros audiovisuales sin consentimiento.
"Me sentí violada, asustada, confundida. No podía creer que alguien pudiera hacer algo así", declaró una de las jóvenes afectadas ante el tribunal, donde se evidenció que una de las víctimas fue grabada tanto en el baño como dentro de su habitación privada.
El chileno enfrenta tres cargos por grabar intencionalmente imágenes íntimas sin consentimiento, delitos por los que ya se declaró culpable.
Actualmente, Cancino se encuentra en Australia con una visa temporal próxima a expirar. Se prevé que su sentencia sea dictada el próximo mes, mientras continúa el proceso judicial.
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