Opinión

Piromanía, fascinación en llamas

Psicólogo

luis rozas m,
luis rozas m / FUENTE:

Con la llegada de los meses calurosos, irrumpen los incendios; un porcentaje de su ocurrencia se atribuye a fenómenos naturales, pero la mayoría de ellos tienen su origen en la acción humana, sea esto por descuido, omisión o, vista como una patología mental, se conoce con el nombre de piromanía.

Pero antes de entrar en materia, hay que señalar que la patología descrita nada tiene que ver con la conducta incendiaria intencional, con claras motivaciones, sean estas de origen delictual, vandálico, motivos económicos, venganza, encubrimiento de un delito, presión social, etc.; pero en ambos casos pueden acarrear severas sanciones legales.

La piromanía, en cambio, es un diagnóstico clínico ligado al trastorno de control de impulsos, que empuja a una necesidad irrefrenable de provocar incendios, sin consideración del riesgo para la vida o bienes de otros, buscando el goce propio.

Sé que cuesta entender que alguien sienta placer al provocar un incendio que destruye, daña o mata, pero esta patología es severa e invasiva, afectando mayoritariamente a varones, partiendo en la adolescencia y desarrollándose hasta la adultez; y aunque su causa varía de individuo a individuo, suele asociarse a frustración, baja autoestima, traumas infantiles, vacío existencial, sentimientos de impotencia, falta de control e incluso puede experimentarse un placer asociado al fuego, aprendido en edad temprana.

Un pirómano siente una atracción compulsiva y fascinación intensa por el fuego, experimentando sensaciones "antes, durante y después" de iniciar un incendio, que se describen así:

Antes del acto, suele encontrarse "tensión creciente" (ansiedad o excitación interna que aumenta a medida que se acerca el momento de prender el fuego) y "fascinación" (obsesión e interés profundo por el fuego, los incendios y elementos asociados: fósforos, encendedores, chisperos, etc.).

Durante y después del acto, se pueden apreciar "alivio" (liberación de la tensión acumulada), "placer/euforia" (gratificación intensa y sensación de logro o encanto al ver las llamas y sus efectos) y "control" (disfrute de la sensación de poder sobre el fuego).

Es posible también encontrar otros comportamientos asociados, como son la observación de los incendios, a veces incluso asistiendo como espectador o en actividad bomberil, todo ello para estar cerca del fuego que provocó.

¿Cómo reconocer a un pirómano? Se debe poner atención a un patrón deliberado de iniciación de incendios y una fuerte necesidad de gratificación emocional asociada al acto, pudiendo observarse además consecuencias tales como sentimientos de culpa, vergüenza y deterioro importante de la autoestima, debido a la incapacidad de controlar el impulso; aislamiento o deterioro de interacción social a partir de su acción incendiaria, que en algunos casos puede llevar lamentablemente a conductas suicidas, como escape o alivio.

Finalmente, y ante todo este escenario, existe una buena noticia: esta es que la piromanía sí tiene abordaje psicológico, con la acción combinada de distintos especialistas, empoderamiento de la familia y un tratamiento farmacológico paralelo. Como ves, no es el final del camino, es el inicio de uno de sanación, que para quien está viviéndolo puede parecer una ruta sin salida, pero que sin embargo está llena de esperanza, si se parte por la consulta profesional oportuna. Piensa en ello y ¡que tengas un maravilloso día!

Luis Rozas Mardones

Psicólogo

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