La derrota de Jeanette Jara y, de paso, del gobierno y la coalición política Frente Amplio, se refleja en la lectura de cientos de opiniones vertidas en la prensa y redes sociales. Todas ellas tienen diversos motivos para llorar o alegrarse, echarse la culpa unos con otros, o simplemente porque es "típico de Chile que en las elecciones presidenciales se van cambiando". Esto último fue la opinión de Eduardo, un chico de 19 años, nacido el 2006 y que efectivamente "toda su vida" ha sido así. Sin embargo, para quienes tenemos algo más de esos precoces años, no podemos marginar una opinión que nace de la experiencia vivida en torno a la actividad política del Partido Comunista.
Un contertulio de largos setenta años elevaba la voz para sentenciar que "a los comunistas no les viene esto de ganar una presidencia a través de un acto electoral". Luego, se explayaba señalando que "aquel día que se resolvió primarias participando el PC, teníamos claro que ganaría el PC. La razón de ello: el PC, es por lejos, el único partido capaz de llevar a las urnas a sus partidarios y en esta ocasión, una primaria en que no participan los chilenos con mucho ánimo, la candidata comunista sería la ganadora y ello implicaba a su vez que también sería la perdedora en la segunda vuelta".
Tal reflexión definitiva y sin vuelta, expresando que también sería la perdedora, exigió una explicación. "Porque nunca ganará una comunista la elección de una presidencial". Luego explicaba que "si el FA, radicales (que ya se terminarán luego), PS, PPD, humanistas y toda la suma de partidos que conformaron esta primaria de Jeanette Jara hubiesen elegido a Carolina Tohá, el resultado final es otro". Silencio en la audiencia. "¿Y los comunistas sabían esto?". La respuesta fue inmediata: "Claro que sí. Ellos más que nadie conocen de sus debilidades en una democracia, por eso han proclamado toda su vida la revolución, como método único para controlar, no gobernar, un país. Y aunque es cierto que de pronto ceden unos milímetros de espacio ideológico, está en el alma la revolución". Nuevo silencio. Uno de los presentes volvió a insistir. "¿Y por qué entonces no fue la Tohá su candidata?". Duda razonable para los presentes. "Por bobería y nada más. Los comunistas, una vez más, con su racionalismo extremo, llevaron a sus aliados, FA y exconcertacionistas, a ser 'los guaripolas de la bobería'".
Efectivamente, Carolina Tohá, con decenas de batallas políticas en el cuerpo (y ahora de pareja de un socialdemócrata, algo más izquierdista, Mario Marcel...), fue la primera que emigró de la campaña que surgía de esa primaria, encabezada por la candidata comunista. Ella, Carolina, siempre sostuvo que la fortaleza de Jeanette Jara estaba limitada por su condición marxista declarada. Por lo demás, en esta suma de votaciones, la Tohá no olvidó el resultado contrario al proyecto constitucional "revolucionario" (con pifias y escupitajos al himno nacional incluidos...), rechazado por el 62% de los chilenos. Esa era y es el final revolucionario que no superaron jamás.
Mario Ríos Santander