No se admiró para nada ese amigo al que le comentaba que en el banco me han robado mucho. "Cambié mis claves, pero todo siguió igual". Mi amigo se interesó en esto de los robos del banco a clientes. "Cuéntame cómo es eso". Le respondí: "Cuando uno estima necesario formar parte de los servicios de un banco, se firman una serie de documentos que, en lo principal, permiten entregar dineros al banco —ellos trabajan con esas monedas— y también acceder a créditos para el desarrollo de las actividades laborales. Todo bien. Llevo muchos años mis cuentas y demás asuntos financieros en el BancoEstado.

Hasta hace algunos meses atrás comenzó una seguidilla de robos en mi cuenta corriente. Una firma aparentemente norteamericana retiraba dineros de mi cuenta. Concurro al banco, hago la denuncia y una señorita muy simpática me dice que, junto a la denuncia que hacía al banco, debía ir a denunciar a Carabineros. Le respondí que en Carabineros denunciaré al banco, porque es este el que me robó a mí. Ella me respondió: "No, señor, usted está equivocado, a usted le robó alguien que se metió a su cuenta corriente". Admirado con la respuesta, le retruqué: "La persona que está robando lo está haciendo a ustedes. Él le roba al banco y lo que ustedes, 'de taquito', como dicen los futbolistas, quieren 'pasarme la pelota' a mí, en circunstancias de que yo nada tengo que ver con la administración del banco".

Mi amigo quedó admirado. Él tiene una CuentaRUT que supuso, algo más modesta, los ladrones de bancos tomaban muy en cuenta. "Estás equivocado", y le di tres nombres de personas que trabajan conmigo que tienen CuentaRUT y les han robado. Solo una de ellas logró recuperar su plata.

Fui a Carabineros y al señalar que venía a denunciar un robo de platas de mi cuenta corriente en el BancoEstado, recogieron algunos papeles y, demostrando una paciencia a toda prueba, se puso a escribir mi denuncia. En ningún momento se detuvo del escrito. Le consulté por estas denuncias bancarias. "Son prácticamente diarias", respondió seriamente. Luego le consulté cuál era el banco con más denuncias de robos: "BancoEstado. De las denuncias recibidas, de 100, unas 95 son del BancoEstado".

Le pedí que redactara mi denuncia de tal forma que quedara claro que era en contra de quien me había robado, y ese era el BancoEstado. El carabinero me insistió en que eso no se hacía así: "A usted le entraron a robar a su cuenta bancaria, y no fue el banco". Guardé silencio y respondí: "No pongo las manos al fuego por nadie, solo sé que un día cualquiera llevé un dinero al banco, me abrió una cuenta corriente haciéndose responsable de su cuidado, y hace un par de días me doy cuenta de que no está el dinero: me lo habían robado. ¿Quién? Yo sostengo que es el banco y, si no es así, devuélvanme la plata".

El carabinero, algo confundido, me insistió: "Esta denuncia se va a Fiscalía. Allá lo llamarán y usted concurrirá a ratificar la denuncia, pero no esta denuncia, porque aquí hay un sistema establecido en el que, en los hechos, usted denuncia que ingresaron a su cuenta para robarle a usted". Volví a la carga: "Perdón, señor carabinero, pero tengo perfectamente identificado a quién le entregué la plata y de dónde la retiraron sin mi autorización". El carabinero me pregunta: "¿y a quién le entregó la plata?". Respondo: "Lo he dicho cien veces: al banco. Él la recibió, la guardó y me entregó un recibo. Y ahora esa plata no está. Me pregunta quién se quedó con ella, y yo le respondo: el banco".

...y la historia siguió. La Fiscalía me notificó que se archivaba la causa.

Mario Ríos Santander