Hoy debo escribir de Los Ángeles, de su historia y su gente. La fecha da mérito para eso, porque en este día la comuna de Los Ángeles cumple 286 de su fundación. José Antonio Manso de Velasco y Sánchez de Samaniego, Conde de Superunda, Gobernador de Chile entre 1737 y 1744, ordenó el 20 de marzo de 1739 la fundación de la Villa de Los Ángeles: "He deliberado se dé principios y ejecute la referida población con el nombre de villa de Los Ángeles [...]", dice el Acta de fundación, que lleva su firma, fechada el 20 de marzo de 1739. Subrayo el verdadero nombre. El sargento mayor, Pedro de Córdova y Figueroa fue encargado de la tarea y junto a sus alarifes comenzó el trazado de las calles dos meses después, el 26 de mayo. Por tal motivo el aniversario de la comuna se celebra el 26 de mayo de cada año.

Pero además me hago un deber, por una cuestión netamente de principios (debemos ser siempre agradecidos), mencionar, destacar, relevar, distinguir y rendir homenaje a tantos ciudadanos angelinos que dieron mucho para que las actuales generaciones disfrutemos de esta ciudad donde vivimos, convivimos y nos proyectamos.

¿Debemos olvidarlos? Por ningún motivo, porque cual más cual menos, con sus virtudes y defectos, con su luces y sombras, aportaron para el crecimiento y desarrollo de esta villa que posteriormente se transformó en pueblo, luego en ciudad y actualmente en la segunda comuna más importante de la Región del Bío Bío y -no por chauvinismo- una de las más hermosas, pujantes y agradables para vivir dentro del sur de Chile, y donde podemos y debemos ser felices.

Tal vez aquí surgirán las voces disonantes que siempre encuentran algo malo o deficiente y sobredimensionan las falencias, pero son reticentes y se niegan a destacar o resaltar lo positivo. 

Es justo reconocer que no todo es perfecto, que aún persisten algunas necesidades comunales no resueltas (las calles y veredas jamás estarán perfectas por múltiples motivos, falta más iluminación en diversos lugares, los semáforos aún no están coordinados para satisfacción de los automovilistas), pero también hemos progresado en muchos otros aspectos. ¿Por qué cada día tenemos más habitantes, más casas, más villas y nuevos edificios? ¿Por qué los empresarios deciden invertir en Los Ángeles? ¿Por qué una empresa tan importante para el país como la CMPC (Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones) instaló aquí su centro de operaciones? ¿Por qué tenemos más universidades? Porque Los Ángeles es una ciudad que ofrece tranquilidad para vivir, servicios, turismo, recreación y otras bondades y beneficios, que quienes llegan a vivir valoran y agradecen y, lamentablemente, los angelinos de antes y, desgraciadamente también, las nuevas generaciones no saben o no quieren apreciar.       

Los Ángeles la hacemos todos. Nadie debe excluirse. Es un deber moral

querer y respetar el lugar donde se ha nacido, crecido y desarrollado, o la comuna que nos ha acogido. Hablar bien de la ciudad es hablar bien de la familia. Desprestigiarla es deslealtad e ingratitud.  

Cuando se menciona a algunas personas se suele dejar otras afuera. Por lo mismo, (por el espacio de esta columna) señalaré solo a algunos que considero importantes. Disculpen la arbitrariedad. Junto a los fundadores, ya nombrados, no se puede dejar de reconocer que el personaje más destacado de Los Ángeles, el más ilustre vecino, es don Bernardo O’Higgins, diputado por Los Ángeles al Primer Congreso Nacional de Chile de 1811; aquí se hizo hombre, agricultor, militar y político. El general Manuel Baquedano González comandante en jefe del Ejército en la campaña entre 1880 y 1881, durante la Guerra del Pacífico, y presidente provisional de Chile en 1891, durante la Guerra civil, con sus ahorros y créditos adquirió un fundo cerca de nuestra ciudad, al que llamó «Santa Teresa» (donde se ubica el actual fundo Lima, en el sector Salto del Laja), que en octubre de 1866, ascendido a teniente coronel, pasó a cumplir funciones en Los Ángeles, las que combinó con sus labores agrícolas. Domingo Contreras Gómez, abogado, periodista, escritor, político (ejerció diversos cargos), agricultor y filántropo. Víctor Ríos Ruiz, médico, político, agricultor y filántropo.

De ellos y de muchos más debemos aprender y -como ellos- aportar para que Los Ángeles siga prosperando. El futuro es nuestro. ¡Qué así sea! 

¡Feliz ducentésimo octogésimo sexto aniversario!

Zenón "Cheno" Jorquera

Concejal de Los Ángeles