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Al menos un alcalde, el de Mulchén, llama la atención de sus lectores sobre esta tragedia que destruye a los niños y jóvenes de Chile, consumidores de droga. Jorge Rivas da a conocer lo que Senda hace, encuestas y sobre ella, entrega opiniones, pero no acciones. Además, el alcalde declara la disposición del municipio para trabajar mancomunadamente con los policías, recordando a su vez que el Ministerio del Interior, cuenta con un programa de prevención. Todo bien. Agradezco al alcalde su buena disposición, pero quisiera decirle, con todo el respeto que se merece, que la solución planteada a este problema criminal cuyos fines son claramente la destrucción de nuestra sociedad, es muy limitada y, aun más, algo inútil.
En esas materias de extrema gravedad en que el adversario (o enemigo), que cuenta con millones de pesos en sus bolsillos, aprovechando las debilidades sociales (que en esta materia son casi infinita en nuestra sociedad), sumando los anuncios de nuestra autoridades, (todas públicas a modo de enviarle a los narcos las estrategias asumidas, cómo lo harán y quiénes serán los actores principales de ellas), recados éstos, cien veces anunciados y cien veces derrotados, ya que todos, sin excepción, no consideran lo principal, los vecinos y aún más importante, los profesores, dirigentes de barrio, sí, policías también, los sacerdotes y pastores religiosos, en fin, la sociedad completa. El alcalde, involucrado en un 100%. Un niño drogado cometiendo un delito o sin haber cometido delito alguno pero encontrado drogado en la calle u otro sitio, el alcalde debe llamarlo, también su familia, al director de la escuela en que estudia o está matriculado, el profesor jefe, su iglesia, sacerdote o pastor, todos juntos a ese niño conversar y concluir dónde se fracasó y porqué cayó en las drogas. A su vez, es dramático que ningún municipio se haya hecho parte en los juicios contra los narcos y a pesar de que critican el actuar de los jueces, nunca los han llamado para hacerles ver lo que la sociedad piensa de ellos, los parlamentarios, ninguno estudia nuevas normas legales en vista que las actuales están sobrepasadas, y los concejales, sin opinión alguna, salvo excepciones, temerosos, prefieren callar.
Todo lo anterior es verdad. Si la asociación de municipalidades, organismo gremial municipal, hasta ahora bastante inútil, estudiara un conjunto de acciones para desarrollarla en la totalidad territorial del país, habrían resultados distintos, pero así como están ahora, independientes una de otra, para el narco es una situación ideal. Hay que convencerse que esta es una guerra, con característica distintas a la guerra convencional armada que conocemos, pero guerra al fin. No son tiros, son papelillos, no hay solados, hay narcos, nuestros países vecinos Bolivia especialmente, nunca ha iniciado acción alguna contra sus narcos. Espera ello un buen negocio. ¿Hacemos lo de Singapur? Pena de muerte y punto. Un tema para el gremio municipal. A los parlamentarios no hay que consultarles, no responden, se asustan.
Estaremos al "aguaite" con el alcalde Rivas para ver si concreta algo en torno a la droga. Gracias por expresarlo. Nos animó a opinar. ¿Cuándo partimos o seguimos preocupados del Iberia y nada más?
Mario Ríos Santander
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