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La inteligencia humana desde el establecimiento del ser en sociedades ha sido utilizada para hacer el bien y para hacer el mal.
Los primeros se han dedicado a hacer crecer las sociedades desde los distintos roles que existan en estas y los segundos a intentar corroerlas para el bien personal y de quienes los siguen, siendo las leyes y sus estructuras institucionales las encargadas de frenarlos.
Precisamente en este segundo tipo de seres humanos, muy inteligentes, se encuentran aquellos que se dedican a la delincuencia y al terrorismo como una forma de alcanzar sus objetivos, pero eso parece ser, se ha escapado de las normas y se ha "modernizado", todo mientras nuestros sistemas policiales y judiciales, parecen no haber comprendido la urgencia de actualizar las leyes, tema que ya incluye a otro poder del Estado, el Legislativo.
Mientras los debates sobre un tema prioritario para los chilenos y chilenas se han ideologizado y las soluciones urgentes se diluyen en debates egoístas de los partidos políticos que tienen presencia en el parlamento, en Chile, las drogas, el terrorismo y la violencia de los delitos (crímenes) siguen avanzando y generando un miedo colectivo que podría llevarnos a un caos institucional importante, pues sabido es que cuando el Estado no cumple con sus roles, las masas se levantan y de aquello tenemos ejemplos en toda la historia de la República y solo en el Siglo XXI, la "Revolución Pingüina" y el "Estallido Social".
Como ejemplo de inteligencia y trabajo conjunto, desde la Dirección de Seguridad de la Municipalidad de Mulchén (a quienes felicito), dentro de nuestras limitadas facultades, hemos levantado distintos tipos de proyectos para mejorar la seguridad en nuestra comuna y, de tener una central de cámaras de televigilancia con cerca de 60 equipos, hemos pasado a contar con drones, camionetas, motos y personal calificado para dar mayor sensación de seguridad a los vecinos y vecinas, pero no podemos hacer más porque es labor del Estado y sus instituciones el detener y apresar a los delincuentes. Nosotros solo podemos apoyar con la implementación de sistemas de teleprotección como mecanismo de prevención, soporte, control y medios de prueba para la atención de la seguridad de las policías y el ministerio público.
Sumando proyectos, estamos orgullosos con el convenio que firmamos junto a la Asociación de Aseguradores de Chile, quienes nos proporcionan (a través de un convenio) "LA" base de datos que contiene el registro de 10 mil placas de patentes de vehículos con encargo vigente y solo en un mes, gracias a ello y a la tecnología de los dispositivos móviles instalados en los vehículos de seguridad municipal y pórticos lectores de placas patentes, hemos recuperado junto a las policías tres vehículos encargados por robo en Chile.
No tenemos que esperar que sucedan los delitos, tenemos que prevenir que ocurran, pero el llamado también es a nuestro Estado y la pregunta es: ¿Por qué nuestro Estado no tiene una gran base de datos donde las municipalidades de Chile estemos conectados y podamos trabajar tal como lo hacemos hoy con la Asociación de Aseguradoras de Chile? Eso es unir inteligencias para trabajo conjunto concreto.
Aún queda tiempo en mi último mandato como alcalde de Mulchén y mientras avanzamos en todos los temas que nos corresponden como municipalidad, seguiremos buscando a través de nuestra inteligencia los fondos, ya sean de la estructura institucional del poder Ejecutivo, del Gobierno Regional o con el privado. Seguiremos buscando toda herramienta que nos ayude a frenar los actos delictivos, y eso implica pensar en educación, deportes, infraestructura y mucho, pero mucho trabajo social.
Después de todo la vida es hoy y, aunque es deber de la clase gobernante velar por el futuro, lo cierto es que esta, no se puede ir frente a nuestros ojos pasivos, porque de verdad, la delincuencia y el terrorismo, ya le está ganando a la vida misma.
Jorge Rivas Figueroa
Administrador Público
Licenciado en Ciencias Políticas
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