Un amigo, de aquellos que andan en la luna, me comentaba animoso que había logrado la revisión técnica de su camioneta, "a pesar de que no encendía ninguna ampolleta de la patente".  Luego, comentaba más en detalle: "Llegué a la planta convencido que estaba todo bien. Sin embargo, al dejar mi camioneta, le eché una mirada a esas ampolletas que me habían estado fallando y me encontré que estaban sin encenderse. ¿Qué hago, me voy? Estaba en la fila, después de mucho rato en espera.  Tras mío, venía un señor que en alguna parte lo había visto y le comento mi problema. Me pregunta, muy suelto de cuerpo si andaba con $20 000, idealmente un billete de ese monto. Le dije que sí.  El vecino me dijo: "deje el billete en un lugar visible y será aprobado su revisión técnica". Le consulté que ocurría si dejaba el billete y no me lo aprobaban. Mi interlocutor fue muy definido: "En eso la gente de aquí es seria. La coima que piden lo hacen seriamente". Quedé admirado. Así lo hice y efectivamente mi camioneta pasó sin problema alguno. Eran ‘coimeros’ serios."

Años atrás, cuando el Estado estaba convencido que la única verdad era aquella que el Estado, proclamaba, los colegios particulares, en virtud de ello, recibían al término del año escolar, profesores examinadores de algún colegio público. Los profesores, bien atendidos, procedían a "tomar los exámenes" a un curso particular muerto de miedo, al observar a profesores, algunos con fama de "fregados", que ingresaban al curso respectivo sin conocer a nadie. El régimen militar eliminó tal cuestión y la educación se amplió, crecieron las alternativas de estudio y los profesores, todos, tuvieron iguales potestades pedagógicas. Todo bien.

En la actualidad, todos los propietarios de vehículos motorizados tienen su "garaje" en que se atienden. Buenos mecánicos, serios, ninguno coimea a nadie, reparan los vehículos y otros, "preparando" el móvil para ser "presentado" en la PRT. ¿Por qué se "debe" confiar en una tropa de "coimeros" y no en mecánicos serios?

Mi camioneta la mantiene un garaje que es de toda mi confianza. Nunca el mecánico me cobra "coima" por repararla, mantenerla. Sin embargo, el Estado dispuso que plantas de revisión técnica, designadas por el Ministro de Transportes, debían revisar a mi mecánico. Parten de la base que es mentira esto de mantener bien mi camioneta y por cierto, verán el detalle ahora no aprobar y dejarlo listo para los $20 000 que tendrá que ponerse en la segunda revisión. Esto es inmoral y se hace a vista y paciencia de todos nosotros. ¡Habrá que terminar con estas plantas?   ¡De todas maneras!  Los alcaldes unidos debieran iniciar una campaña de eliminación de Plantas de Revisión Técnica y confiar en sus talleres mecánicos, los mismos que la propia municipalidad les otorgó patente para su funcionamiento. Claro, si yo municipio autoricé la existencia de un garaje, el permiso llevará  incluido la potestad de otorgar también el certificado de revisión técnica.  Sí, concejos de municipales, confíen en sus garajes y no sigamos alimentando el robo de las plantas actuales.

Mario Ríos Santander